Samsung vuelve a mostrar su músculo en el mundo de las memorias, es la primera en enseñarnos que se pueden hacer tarjetas increíblemente rápidas, cinco veces más que lo que ya había en el mercado. ¿Cómo? Introduciendo la tecnología UFS en ellas.
No solo eso, han creado cuatro capacidades de memoria que parten de los 32GB y nos llevan hasta unos llamativos 256GB – recientemente presentó un modelo de MicroSD -. Las tarjetas de memoria ya no son solo grandes, también son tan rápidas como se necesita en la nueva generación de gadgets, el problema está en que se necesita un lector especial para leerlas, y obviamente no hay gadgets todavía que saquen provecho de ello.
Basadas en UFS 1.0 (Universal Flash Storage), es una tecnología que Samsung decidió incorporar en sus teléfonos móviles de gama alta a partir del Galaxy S6, en 2015. Pero la colocó en la memoria interna del equipo, donde obligatoriamente hace falta mucha velocidad, la diferencia ahora es que hablamos de almacenamiento en tarjeta, que bien van a poder aprovechar smartphones, como drones, o cámaras de última generación, donde principalmente hace falta mucha velocidad para manejar el flujo de datos del vídeo.
A velocidad SSD
Nos movemos en números de disco SSD, con una velocidad de lectura de530MB/s, esto cinco veces más rápido que las microSD de nivel top que hacía la propia Samsung (95MB/s en las eMMC 5.0/5.1). Si hablamos de escribir, es capaz de hacerlo a 170MB/s, que es tres veces más rápido.
Si la velocidad la miramos por operaciones de entrada/salida por segundo, la nueva tarjeta de 256GB es capaz de leer de forma aleatoria unos 40,000 IOPS, que es 20 veces más que los 1.800 IOPS de una microSD “normal”. En cuanto a escritura, nos vamos a 35,000 IOPS, que es 350 veces más que la tecnología empleada actualmente en las tarjetas.