Hamás liberó a los 20 rehenes vivos restantes que mantenía en Gaza el lunes, mientras que Israel comenzó a liberar a cientos de prisioneros palestinos como parte de un alto el fuego que pausó dos años de guerra que devastaron el territorio, mataron a decenas de miles de palestinos y dejaron a muchos cautivos en manos de milicianos.
Los 20 rehenes, todos hombres, llegaron de regreso a Israel, donde se reunirán con sus familias y se someterán a chequeos médicos. Se espera que los cuerpos de los 28 rehenes muertos restantes también sean entregados como parte del acuerdo, aunque el momento exacto sigue siendo incierto.
Varios autobuses con decenas de prisioneros palestinos liberados llegaron a la ciudad cisjordana de Ramala y a la Franja de Gaza, mientras Israel comenzaba a liberar a más de 1.900 prisioneros y detenidos como parte del acuerdo de alto el fuego.
Multitudes entusiastas recibieron a los autobuses que llegaban a Ramala desde la prisión de Ofer, en la Cisjordania ocupada por Israel. Al menos un autobús también cruzó hacia la Franja de Gaza, indicó la Oficina de Prisioneros manejada por Hamás.
Aunque quedan grandes interrogantes sobre el futuro de Hamás y Gaza, el intercambio de rehenes y prisioneros elevó las esperanzas de poner fin a la guerra más mortífera entre Israel y el grupo armado.
Se espera que el alto el fuego también venga acompañado de un aumento de la ayuda humanitaria en Gaza, donde algunas zonas están sumidas en la hambruna.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a la región, donde planea discutir el acuerdo propuesto por Estados Unidos y los planes de posguerra con otros líderes.