Rusia, Turquía e Irán, países garantes del alto el fuego que rige en Siria, acordaron ayer crear cuatro zonas seguras en el país árabe, una decisión deslegitimada por la oposición siria, que rechaza cualquier papel de Teherán en el proceso de paz.
“Irán no tiene derecho a firmar este documento, porque es un país agresor”, gritó en plena firma un miembro de la delegación opositora mientras abandonaba las negociaciones de Astaná en cuyo marco se forjó el acuerdo para crear “las zonas de rebaja de tensión”, ideadas para dar cobijo a la población civil siria.
Poco después, el portavoz oficial de la delegación opositora, Osama Abu Zaid, deslegitimó el memorándum firmado en la capital kazaja al señalar que se trata de “un acuerdo firmado entre tres y del que nosotros no formamos parte”.
“Nunca reconoceremos que Irán se denomine en ese acuerdo como país garante. Es una postura de principios. En nombre del pueblo sirio, rechazamos cualquier papel de Irán y de las facciones bajo su jurisdicción, porque se trata de un país hostil al pueblo sirio”, subrayó.
La oposición armada -que se presentó al pleno de hoy en el último momento, tras retirarse ayer de las conversaciones- también exigió la retirada de Siria de todos los combatientes respaldados por la República Islámica.
Mientras, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, se congratuló por la firma del acuerdo al destacar que “la iniciativa es un importante paso en la dirección adecuada, porque impulsará la reducción de la tensión en cuatro zonas, lo que se suma al régimen del alto el fuego”.
Anunció que a la luz de los resultados de Astaná realizará consultas con el Consejo de Seguridad de la ONU y con las partes del conflicto sirio (Gobierno de Damasco y grupos de la oposición política) “para convocar una nueva ronda de negociaciones en Ginebra”.
Las delegaciones de Rusia y del Gobierno sirio quitaron importancia a la actitud de la oposición, calificada de “pura charlatanería” por el jefe de la delegación gubernamental siria en Astaná, Bashar Al Jafaari, en declaraciones a Efe.
“Lo calificaría de incontinencia y falta de experiencia diplomática. Son actitudes negativas aisladas, que no pueden frenar el desarrollo positivo del proceso de resolución del conflicto sirio”, dijo a su vez el jefe de la delegación rusa, Alexandr Lavréntiev.