El Kremlin tachó hoy de “indecentes” las acusaciones de EEUU sobre presuntos ciberataques rusos durante las recientes elecciones presidenciales con el objetivo de influir en sus resultados.
“Aquí hay que dejar de hablar de ello o aportar de una vez por todas alguna prueba. De lo contrario, esto parece ya muy indecente”, dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
Peskov ya tachó ayer de “absurdo” las acusaciones de que el presidente ruso, Vladímir Putin, estuviera directamente involucrado en dichos ciberataques.
En la misma línea, el asesor presidencial, Yuri Ushakov, aseguró que Putin ya ofreció una “respuesta clara” a su colega norteamericano, Barack Obama, durante la última cumbre del G20 en China.
Obama advirtió hoy de que su Gobierno “tomará medidas” contra Rusia por los ataques informáticos y desveló que habló de ello abiertamente con Putin.
Sobre el efecto que tuvieron los ataques en el resultado electoral, Obama dijo que “no hay duda que contribuyeron a una atmósfera en la que el único foco durante semanas y meses fueron los correos de Hillary (Clinton), la Fundación Clinton, rumores políticos entorno al Comité Nacional Demócrata”.
Además, la Casa Blanca sugirió que Putin sabía y estuvo involucrado en la estrategia de ataques informáticos para tratar de interferir en las elecciones ganadas por Donald Trump.
A través de su cuenta de Twitter, Trump volvió a cuestionar hoy las conclusiones de la comunidad de inteligencia y del Gobierno del presidente de Obama sobre el pirateo ruso.
“Si Rusia, o alguna otra entidad, estaba pirateando. ¿Por qué la Casa Blanca perdió tanto tiempo para actuar? ¿Por qué solo se quejan después de que Hillary (Clinton) perdió?”, escribió Trump.
Un reciente informe de la CIA, divulgado la semana pasada, ya indicaba que esa y otras agencias de inteligencia han concluido que Rusia realizó ciberataques durante la campaña electoral no solo para desestabilizar, sino para ayudar a ganar a Trump.
En su momento, Putin ya tachó de “histeria” las denuncias sobre la supuesta injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales en EEUU.
“¿Acaso Estados Unidos es una república bananera? EEUU es una gran potencia. ¿Cómo puede Rusia influir en la elección del pueblo estadounidense?”, se preguntó.
Agregó que es “una ocupación muy rentable” esgrimir la amenaza de “háckers, espías y agentes de influencia rusos” para ocultar la magnitud de los problemas reales que atraviesa la sociedad norteamericana.
Y acusó a Clinton de intentar “desviar la atención” sobre el contenido de los mensajes divulgados por WikiLeaks con cortinas de humo como los supuestos ciberataques rusos.