NACIONES UNIDAS. Rusia protestó ayer en la ONU por el ataque llevado a cabo en Siria por la coalición internacional liderada por EE.UU. contra tropas favorables al régimen de Bashar al Asad, una acción que calificó de “deplorable”.
El asunto fue discutido durante una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad, en la que los quince países analizaron los últimos acontecimientos en el conflicto sirio.
El embajador ruso, Vasili Nebenzia, dijo a los periodistas que el ataque de este miércoles fue “inaceptable” y “deplorable” y que no debería repetirse.
Al menos 45 combatientes de fuerzas pro Al Asad fallecieron en el ataque de la coalición internacional, aunque algunas fuentes hablan de hasta un centenar de víctimas.
La coalición defendió que la acción fue en respuesta a una agresión contra sus aliados en la provincia de Deir al Zur, en el noreste de Siria, y que se mantuvo a Rusia informada.
Nebenzia dijo que durante la reunión de hoy recordó a EE.UU. y sus aliados que están en el país árabe “ilegalmente” al no haber sido invitados por el Gobierno y denunció que su supuesta campaña contra el terrorismo está siendo utilizada también para otros fines.
En la cita, los quince países del Consejo de Seguridad discutieron además el llamamiento a una tregua de al menos un mes lanzado esta semana por los servicios humanitarios de la ONU ante el deterioro de la situación en varias zonas de Siria.
Las potencias del Consejo de Seguridad no fueron capaces de llegar a ningún tipo de acuerdo al respecto, según fuentes diplomáticas.
Nebenzia, en declaraciones a los periodistas, consideró que esa tregua no es realista ahora mismo.
“A nosotros nos gustaría ver un alto el fuego, el fin de la guerra, pero los terroristas, no estoy seguro de que estén de acuerdo”, explicó.
Además, subrayó que la situación humanitaria en Siria no es muy distinta a la de hace uno o dos meses y sugirió que la renovada atención sobre el tema es una maniobra de Occidente ante los progresos de cara a un acuerdo de paz logrados en la reciente reunión celebrada en la localidad rusa de Sochi.
Países como Francia denunciaron hoy nuevamente la ofensiva del Gobierno de Al Asad sobre los bastiones opositores de Idleb y Guta Oriental.
“El régimen sirio sigue bombardeando y asediando a su propia población. Idleb está en camino de ser un nuevo Alepo. Guta Oriental sufre un asedio de estilo medieval que es totalmente inaceptable”, dijo a los periodistas el embajador francés ante la ONU, François Delattre.
La ONU también expresó ayer nuevamente su preocupación por los combates en Guta Oriental y el impacto que están teniendo en los cerca de 400.000 civiles que viven allí.
Durante las últimas 48 horas, la zona ha sido objeto de “intensos” bombardeos aéreos que han dejado numerosas bajas, según el portavoz Farhan Haq.
“La violencia no da señales de rebajarse”, advirtió en un comunicado la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta F. Fore, quien se sumó a los llamamientos a una pausa humanitaria.
“Solo en Guta Oriental, cientos de niños necesitan evacuación médica urgente. Cuatro años de asedio han deshecho la sanidad y otros servicios básicos”, añadió.