La colaboración entre Rusia, China y Nicaragua, que están a punto de empezar a construir el canal de Nicaragua es “una potente bomba geoestratégica que explotará cerca de EE.UU.”, dice el escritor ruso, Alexánder Projánov.
“Como se mantiene la amenaza de la invasión de Nicaragua por EE.UU. en el norte, Nicaragua firmó un acuerdo con Rusia de que los buques de guerra rusos patrullen las aguas del mar Caribe. Y también que los bombarderos rusos de largo alcance pueden aterrizar en la capital de Nicaragua, Managua”, explica el experto citado por ‘Izvestia‘.
Recientemente, tras la reunión con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega destacó la posición continua de su país que apoya a Rusia en la resolución pacífica de los conflictos en el Oriente Medio, Siria y Ucrania, rechaza categóricamente la política de sanciones y la “doble moral”.
Projánov asegura que es improbable que la presencia de los buques y aviones rusos en la región provoquen enfrentamientos militares. Lo único que es cierto es el hecho de que el acercamiento de China y Rusia sí está asustando a Occidente, añadió este escritor ruso.
“Nicaragua invitó a las empresas de China y Rusia con el fin de que empiecen a construir este canal. Y no es futurología, es un proyecto: comenzarán a construir este canal a finales del año 2014 para que en 2019 se pueda realizar la primera prueba, y para 2029 esté listo en su totalidad”, destacó.
La profundidad del canal es de 27 metros, una anchura de 83 metros y su longitud será de 286 kilómetros, informa el periódico ‘Komsomólskaya Pravda’. Es decir, el canal de Nicaragua debe ser más profundo, más amplio y más largo que su homólogo de Panamá. Se espera que la construcción del canal de Nicaragua sea mucho más barata que la construcción del canal de Panamá.
“Dos puertos, uno en la costa del Pacífico, y el otro en la costa atlántica, aeródromos. Y la gran capacidad del canal: ofrecerá la posibilidad de economizar hasta 10 días en comparación con el de Panamá. Y esto es un ahorro enorme, una gran atracción, es una gran competencia”, dijo Projánov.
“Y ahora, las empresas rusas y chinas interactúan en una zona cercana a Estados Unidos. Por supuesto, esto no es agradable para los estadounidenses”, explicó.
El director del Instituto Nacional de Energía de Rusia, Serguéi Pravosúdov, por su parte, dice que el canal de Nicaragua debilitará en gran medida la posición de los estadounidenses, causando un duro golpe al prestigio de EE.UU.