La expresidenta brasileña Dilma Rousseff afirmó hoy que el proceso por corrupción y lavado de dinero abierto ayer por la Justicia contra su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, es parte del golpe que dijo haber sufrido y que la retiró del poder.
“Estamos en un momento muy difícil porque está en marcha un proceso sistemático de ruptura constitucional. Primero me atacaron a mí y ahora están atacando a Lula. Y lo hacen de una forma muy golpista. Y en mi caso ustedes saben cómo ocurrieron las cosas”, afirmó Rousseff en un discurso en un mitin político.
La exgobernante fue destituida por el Congreso el 31 de agosto pasado tras ser sometida a un juicio político en el que fue hallada culpable de irregularidades fiscales, pero durante todo el proceso alegó que era víctima de un golpe parlamentario porque, según alegó hasta el final, no cometió ningún crimen.
La exjefe de Estado salió en defensa de su correligionario en el Partido de los Trabajadores (PT) en un acto de campaña de la diputada Jandira Feghali, candidata a la alcaldía de Río de Janeiro en las elecciones municipales del 2 de octubre próximo.
Rousseff, que no había sido vista en público desde que abandonó Brasilia tras su destitución el 31 de agosto pasado, reapareció precisamente en el mitin en respaldo a Fegalhi, una de las diputadas que más se destacó en defenderla durante el juicio político y que aspira a la alcaldía carioca por el Partido Comunista do Brasil (PCdoB) pero apoyada por el Partido de los Trabajadores.
Feghali también aprovechó el acto de campaña para manifestar su solidaridad con Lula y para denunciar que los procesos judiciales contra el expresidente tan sólo buscan impedirle disputar las elecciones presidenciales del 2018. “Estamos en la segunda fase del golpe”, dijo la diputada al coincidir con Rousseff en que el juicio a Lula está relacionado a la destitución de su sucesora.