Valentino Rossi ha vuelto a hacer historia. El abuelo de la parrilla de MotoGP se ha impuesto en la emocionantísima carrera de Assen, un año y 19 carreras después de la última vez (Cataluña 2016, el 27 de junio de 2016). Tenía pinta de que el italiano había encarrilado ya la victoria a ocho vueltas del final, tras salvarse entre otras cosas de un toque con Zarco que casi le manda al suelo, en lo que fue un mero lance de carrera. Sin embargo, cuando se escapaba, apareció una fina lluvia y su ventaja de un segundo sobre Petrucci quedó reducida a la nada, ganando finalmente a su compatriota por el estrecho margen de 63 milésimas. Les acompañó en el podio Márquez, que se impuso en otra brutal batalla por la tercera plaza a Crutchlow y Dovizioso.
El que peor parado ha salido de la carrera es Maverick, que se ha caído en la duodécima vuelta cuando ya había sido capaz de remontar desde la duodécima plaza que llegó a ocupar hasta la quinta. Un duro varapalo para el de Yamaha, porque se le veía con ritmo para llegar hasta el grupo de cabeza, del que ya sólo le separaban 2.8 segundos antes de estrellarse en la chicane de entrada a la meta. Además, con el resultado de Assen ha perdido el liderato y ahora marcha segundo en la general, a cuatro puntos de un Dovizioso que ha sido quinto, tras perder la pelea con Márquez y Crutchlow por el tercer puesto.
La mejor noticia para Mack es que no se ha hecho daño, porque el palo ha sido contundente y con tráfico a su rueda. También lo es que pese a sumar ya dos ceros (Texas y Assen), más un flojo sexto en Jerez y un pobrísimo décimo en Montmeló,está en la pomada a sólo cuatro puntos de la cabeza. Eso sí, por detrás tiene pegados a Rossi, que está a tres, y a Márquez, que se queda a siete. Es decir, que los cuatro primeros de la general están en un pañuelo de once puntos.
El que no aparece en esas primeras plazas, pero está siendo un ingrediente muy atractivo en el campeonato, es Petrucci. Marcha séptimo, por detrás de un Pedrosaque aquí ha sido decimotercero y de Zarco, decimocuarto después de liderar durante varias vueltas la carrera. Él fue el único de cabeza que optó por entrar a cambiar de moto y la jugada le salió muy mal, porque además le penalizaron con un ride through por exceder el límite de velocidad en el pit lane. Volviendo al italiano, pareció por momentos que se cortaba a la hora de meterle rueda a Rossi, pero lo hizo al final como si de cualquier otro piloto se tratara y aseguró que lo habría intentado en la última vuelta de no molestarle en el anterior paso por la chicane Baberá, al que doblaron cuando se jugaban la victoria.
El valenciano no fue el único español doblado. También lo fueron Rins (17º) y Lorenzo (15º). El fin de semana del pentacampeón ha sido lamentable. Clasificado 21º para la parrilla, en la carrera nunca se le vio con capacidad de firmar una gran remontada y, además, su paso por boxes para cambiar de moto sólo sirvió para que le doblaran. Un desastre el suyo que contrasta con el exitazo del que fuera su compañero en Yamaha durante tantos años, un Rossi que ya ha ganado diez veces en la catedral y que puede volver a soñar con conquistar su ansiado décimo título.
