SANTIAGO.-Ladrones penetraron en horas de la madrugada de este jueves al Santuario de Nuestra Señora de la Altagracia y robaron una indeterminada cantidad de dinero, fruto de las ofrendas que feligreses depositaron durante los oficios religiosos del día anterior, es decir, el miércoles.
El Santuario Nuestra señora de La Altagracia está ubicado entre las calles Del Sol y Luperón, parte alta del centro de la ciudad, a menos de 30 metros de un cuartel de la Policía Nacional en Santiago.
Los cacos penetraron pasadas las 2:00 de la madrugada de ayer jueves tras violentar una ventana de la parte trasera, desprendieron los sensores de la alarma y sustrajeron el efectivo.
Los pillos destrozaron la puerta del cofre que se encuentra debajo de una réplica de “La Piedad”, (imagen de María con Jesús muerto en sus brazos), ubicada a la derecha del altar mayor. Este es el segundo robo en cuatro días a una iglesia católica en esta ciudad.
El padre Juan Rodríguez se quejó que pasadas las 9:00 de la mañana de ayer jueves, las autoridades policiales no habían ido al templo religioso a investigar lo ocurrido, a pesar de que el sistema de alarma fue escuchada en todos los alrededores.
El mismo hecho-dijo- de penetrar a una iglesia, como lo hacen en tantas partes del país, significa que la delincuencia no para.
El párroco comentó que a pesar de que tantas instituciones del Estado se encuentran luchando en aras de disminuir los hechos delictivos, las autoridades no están enfrentando el problema con firmeza “y la población se encuentra desamparada”.
“No lo están haciendo, y si lo hacen, es a medias, de mala gana o para salir del paso en un momento, pero no se está enfrentando el problema”, agregó el párroco del Santuario Nuestra Señora de la Altagracia.
Señaló que el problema de la delincuencia en la República Dominicana es una situación que nace en la familia y que las autoridades deben trabajarla desde la raíz.
“Padres que no orientan a sus hijos, padres que más bien los instigan a que hagan lo que les dé la gana en las calles, lo que se suma al problema social que representa el desempleo”, indicó el religioso.
El párroco Juan Rodríguez lamentó que los delincuentes en esta ciudad no respeten nada ni a nadie.
Este es el segundo robo en templos católicos que se producen en esta ciudad en menos de una semana, ya que, el pasado domingo delincuentes penetraron a la parroquia Nuestra Señora de Fátima, de Guazumal, Tamboril, de donde cargaron con el equipo de sonido, dinero en efectivo y hasta con los hábitos que utiliza para oficiar misas el sacerdote Ignacio Francisco.
En tanto que el general José Acosta Castellanos, director regional Cibao Central de la Policía, ha garantizado que hará todo lo posible por devolver la tranquilidad y seguridad a la sociedad santiaguera, aunque para ello esa institución tenga que enviar “a mejor vida” a los que delinquen.