SANTIAGO.-La firma definitiva del acuerdo de Paz entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que puso fin a más de medio siglo de enfrentamientos y el fallecimiento del presidente de Cuba, Fidel Castro Ruz, fueron los hechos de mayor impacto para el Continente Americano y el mundo, en el 2016.
Tras la realización de varios encuentros previos, realizados en La Habana, Cuba, no fue hasta el jueves 24 de noviembre cuando el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y el jefe máximo de la FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko firmaron en Bogotá, el nuevo acuerdo de paz para poner fin a 52 años de conflictos.
Con esta rúbrica se complementó el original acuerdo del pasado 26 de septiembre que tuvo lugar en Cartagena de Indias, en el Teatro Colón de Bogotá, ante la presencia de unos 800 asistentes, hecho que tiene una connotación histórica de gran transcendencia no sólo para esa nación sino para el mundo.
Este enfrentamiento dejó una secuela de pérdidas humanas que ha dejado huellas imborrables y varias generaciones de esta nación suramericana, que tras este pacto se encamina a un nuevo capítulo en su historia republicana.
Este movimiento revolucionario tiene su origen el 9 de abril de 1948, cuando el caudillo y líder del Partido Liberal, Jorge Eliécer Gaitán salía de su oficina en el cuarto piso en la tradicional Avenida Jiménez del centro histórico de Bogotá ubicada al frente de la sede del diario ‘El Tiempo’.
En ese momento se le atravesó un hombre que lo trancó y otro vino por detrás y disparó 3 balas: una en el cerebro y dos en la espalda, resultando herido mortalmente y cuando llegó a la clínica no había nada qué hacer.
A raíz de este hecho, la historia de Colombia se vio cobardemente trastocada y la policía capturó de inmediato a un sospechoso, Juan Roa Sierra, quien estaba en las inmediaciones, pero una turba salió gritando “mataron a Gaitán, mataron a nuestro líder, el más grande que tenemos en la historia”.
Entonces lo agarraron, lo golpearon, lo masacraron, lo desnudaron y lo arrojaron frente al Palacio Presidencial. Se produjeron saqueos, incendios, la policía y el ejército disparaban, se alzó la gente en los principales estados y todo el país se volvió loco.
Ese fue el tristemente célebre Bogotazo, el resultado de un asesinato al que muchos atribuyeron a la oligarquía temerosa de que Gaitán lograra la presidencia en las elecciones de 1950.
Gobernaba entonces Mariano Ospina Pérez, del Partido Conservador y Colombia era un país de próspera economía gracias al boom del café, aunque donde el obrero, el campesino y las clases menos favorecidas recibían salarios de hambre y maltratos.
Gaitán –poseedor de una feroz oratoria- decía que “la tierra es de quienes la trabajan”, una propuesta totalmente distinta a la de los tradicionalistas Partido Liberal (su propio partido) y Partido Conservador, los dueños de la política colombiana durante toda su historia.
Otro hecho de gran trascendencia fue la muerte de Fidel Castro Ruz, deceso que se produjo la noche del viernes 25 de noviembre del presente año, acontecimiento que se inscribe en la historia dada la connotación que produjo en el mundo.
El fallecimiento de Fidel Castro, el hombre que cambió la historia de Cuba con una revolución socialista y que enfrentó durante medio siglo a Estados Unidos, se produjo a la edad de 90 años.