Agentes de Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, fiscales adjuntos e inspectores de la Dirección General de Prisiones realizaron una requisa sorpresa en el Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey- Hombres de Santiago, donde el pasado domingo un motín dejó un saldo de al menos 18 heridos.
La fiscalía ni los funcionarios del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria informaron sobre los resultados de los operativos en ese recinto carcelario, pero adelantaron que son rutinarios y que buscan establecer mayores niveles de seguridad en el mismo.
No obstante, una fuente reveló que se encontraron punzones fabricados en la clandestinidad por los propios reclusos, así como bebidas alcohólicas y otros objetos.
Las requisas se iniciaron ayer y han continuado hoy, mientras se ha prohibido el ingreso de familiares de los reos a la cárcel de Rafey hasta que concluya el proceso.
El coordinador del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, Ismael Paniagua, dijo que Cristián Martínez Lora condenado a 20 años por la muerte de “Alex el Pelotero” a quien las autoridades atribuyen a la red del presunto capo boricua José Figueroa Agosto, fue quien provocó el incidente al golpear a un agente penitenciario que se negó a que éste hiciera una llamada telefónica como es habitual en las horas de visita.
Indicó que Cristián pidió que se le dejara hacer una llamada telefónica, pero que los custodias les dijeron que en horas de visita no se permite hablar por teléfono y que él se molestó y golpeó a uno de ellos. Dijo que dos reclusos intervinieron a favor del custodia.
Familiares de los reos dijeron que el motín debió controlarse de otra forma y criticaron que la Policía disparó en contra de un grupo de reos que se encontraba en el multiuso y que nada tenían que ver con el incidente.
Dos de los reclusos heridos continúan internos en el hospital José María Cabral y Báez, y según la procuradora de la corte de Apelación de Santiago, magistrada Vielka Calderón, el reo que rescató al custodia que había sido raptado durante la trifulca perdió su ojo derecho tras recibir una herida punzante.