Agencias gubernamentales utilizan tecnología israelí para espiar e interceptar comunicaciones de defensores de derechos humanos, disidentes y miembros del colectivo LGTB, revela una investigación que publica hoy el diario Haaretz, que denuncia este tipo de exportación a países con déficit democrático.
“Hoy, cualquier agencia gubernamental que no respeta la privacidad de sus ciudadanos está equipada con capacidades de espionaje creadas en Herzliya Pituah (al norte de Tel Aviv)”, informa Haaretz sobre una investigación basada en 100 fuentes y 15 países.