Por Rafael Pujols
Hatillo Palma.- En la comunidad Costera Arroyo Caña, de este Distrito Municipal de Guayubín, armónico con la naturaleza, fomentan Moderno Proyecto Hortícola Bajo un Sistema de Producción Orgánica y Convencional.
Sus mentores, Justino Peguero y sus vástagos Adolfo y Tarquino Pequero, afirmaron que además de mantener la armonía con la naturaleza, el proyecto reporta altos niveles de rendimientos, así como en la calidad de los frutos.
Al explicarnos que el mismo abarca alrededor de 110 tareas sembradas de ajíes y unas 80 de berenjena, y que para su ejecución cuentan con un sistema de Riego por gravedad, con lo que sin lugar a dudas se ha construido un Paraíso Agropecuario en lo que fuera una breña llena de cactus, cambrones, baitoas y tunas, sin agua y abandonada.
El hasta hace poco Director Ejecutivo del Instituto para el Desarrollo del Noroeste (INDENOR), Miguel Andrés Betances Sosa, resaltó que este es un ejemplo a seguir para cosechar orgánicamente, tras indicar que es importante tener hombres y mujeres en el campo que tengan interés de producir.
En ese sentido dijo, que para eso los agricultores deben contar con el apoyo del Estado Dominicano, y con ello evitar que el grueso de los campesinos emigre a las grandes ciudades a ampliar y reforzar los cordones de miseria.
Betances Sosa, quien estuvo acompañado de los ingenieros agrónomos Carmelo Tejada y Narciso Almonte, encargados de los departamentos de Agronomía y Medio Ambiente del INDENOR, respectivamente, sostuvo que realmente el gobierno tiene el compromiso de apoyar decididamente a los hombres y mujeres del campo para que el pueblo en sentido general, pueda tener “comida y agua sana”.
Dijo en ese sentido, que si no se evita que los campesinos abandonen las zonas productivas y donde se deben proteger los nacimientos de los ríos y cañadas, entonces no habrá que comer en las grandes ciudades, ni mucho menos tendremos agua para el consumo humano, de animales ni para el riego agrícola.
Justino Peguero, un soñador realista que cuenta con 77 años de edad, es el ideólogo del proyecto, pero lo impulsa a través de sus hijos Adolfo Peguero y Tarquino Peguero, quienes lo manejan e implementan, con apego y delicadeza.
Según explicaron los vástagos de Justino, las bondades del proyecto han sido fruto, primero a la voluntad y persistencia de su padre, Justino Peguero, quien a pesar de tener 77 años de edad y padecer de algunas dolencias de salud, ha dedicado su vida para impulsarlo, y segundo, a la aplicación de abono orgánico solido en el tronco de las plantas.
Destacaron que sustentan el sistema de Hortaliza Altamente Tecnificado, que incluye el riego por goteo y gravedad, uso de plásticos para conservar la humedad y evitar la maleza, que la parte nutricional es totalmente orgánica, y que el manejo de plagas es convencional pero con la aplicación de productos orgánicos certificados.
Afirman que la fertilización orgánica se sustenta en el lombricompost y aplicaciones folial de Biol.
Explicaron que el agua que se utiliza proviene de fuentes naturales que nacen en la Cordillera Septentrional, específicamente de la comunidad, Loma de Solimán y que en el proyecto que inició aproximadamente hace unos ocho meses, diariamente trabajan alrededor de 20 hombres.
Adolfo Peguero, quien dirige el Proyecto de Abono Orgánico, explicó que para la preparación del abono orgánico, tanto granulado como líquido, se utiliza la pulpa de café, estierco de chivo, aserrín de madera, pesote de guineo molido donde se almacena todo el potasio de esa fruta, tetania (leguminosa), en su conjunto aportan valores nutritivos muy altos, lo que permite obtener productos agrícolas de calidad.
Allí, en la comunidad de Arroyo Caña, en la zona costera del Municipio de Guayubín provincia Montecristi, no cabe la menor dudas que existen todas las herramientas para producir con calidad para todos, y que el proyecto en cuestion nos indica que tenemos un país rico pero maltratado…El abono orgánico vivifica.