SAN PEDRO DE MACORÍS. Los servicios y la asistencia en el hospital Antonio Musa se desarrollan en medio del caos, la estrechez y el hacinamiento, debido al remozamiento a que está siendo sometido.
El hospital se encuentra actualmente intervenido por el Ministerio de Salud, y se agiliza la habilitación de algunas áreas, para poder viabilizar los servicios de cirugías, emergencias, cuidados intensivos, posparto y otras. Medicamentos y materiales gastables son almacenados en los pasillos del centro, debido a que todavía no se ha habilitado el área de depósito.
Las emergencias se atienden en una estrecha habitación habilitada hace más de seis meses.
Las camas se ven viejas y deterioradas y escasean sábanas y mosquiteros. Los aires acondicionados presentan deterioro y casi nunca funcionan, sobre todo en el área de parto.
La construcción afecta las labores del personal médico y de enfermería, quienes trabajan en medio de un sofocante calor que ha provocado desmayos de varias parturientas.
Médicos consultados dijeron que las mayores dificultades para trabajar ocurren en las salas de parto y preparto.
Guillermo Hernández, director del centro de salud, reveló que esas dificultades provocaron el cortocircuito en las redes distribución eléctrica, lo que a su vez originó un incendio que afectó la Unidad de Cuidados Intensivos.
Hernández explicó que al estar en reconstrucción el centro hospitalario han sido removidos alambres, lo que habría dado pie al alto voltaje.
Agradeció la rápida intervención de los bomberos civiles que enfrentaron con eficacia el conato de incendio que empezó por los aires acondicionados.
Los seis pacientes que se encontraban en el área fueron evacuados y llevados a las salas remodeladas del centro asistencial.
Ayer un fuerte olor a humo se sentía en el tercer nivel donde operan las salas de cuidados intensivos.
Hernández alberga la esperanza de que una vez concluyan los trabajos de remoción, el centro mejore y se pueda prestar servicios con nuevos equipos y medicamentos.