LONDRES. El Reino Unido ha rechazado “categóricamente” impulsar “una relación bilateral positiva” con Ecuador hasta que se resuelva el caso de Julian Assange, reveló hoy en Londres el canciller ecuatoriano, Guillaume Long.
Long expresó su “decepción” por esta posición, en una rueda de prensa, después de reunirse con el secretario de Estado de Asuntos Exteriores británico, Hugo Swire, al que planteó la posibilidad de cooperar bilateralmente, “al margen del caso Assange”, en materia de comercio, educación y ayuda humanitaria.
La relación entre los dos países se ha deteriorado desde que Ecuador concediera asilo político al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, que se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres el 19 de junio de 2012 para evitar su extradición a Suecia.
“Le insistí en la necesidad de impulsar una agenda positiva entre ambos países; se podría mejorar la colaboración universitaria, la humanitaria y también el comercio”, dijo el canciller.
Long mencionó a Argentina como ejemplo de Estado con el que el Reino Unido mantiene relaciones en algunos campos a pesar del conflicto político que les enfrenta, por las islas Malvinas. “Desafortunadamente, la respuesta fue categórica, que no habrá progresos en una agenda bilateral positiva hasta que Ecuador revierta su asilo a Assange”, explicó.
Pese a esta situación, Long insistió en que su país “no lamenta” haber concedido asilo al informático australiano, si bien admitió que albergarle en la embajada ecuatoriana “es una carga desde el primer día”. “Tanto él como el personal de la embajada lo están sufriendo, es un espacio muy pequeño y es como estar asediados todo el día”, señaló.
Assange fue detenido en Londres el 7 de diciembre de 2010 -después de que su portal difundiera cables diplomáticos secretos de EEUU- a petición de la Justicia sueca, que busca interrogarle por un presunto delito de agresión sexual del que no ha sido acusado y que él niega.
Reiteró que la salud del australiano de 44 años “se está deteriorando” y reveló que, a petición de su equipo legal, será evaluado próximamente por un psicólogo para analizar el impacto del encierro en su salud mental.
Durante su reunión con Swire, el canciller le recordó que el Reino Unido tiene obligación de respetar el dictamen de febrero del Grupo de Trabajo de la ONU sobre detenciones arbitrarias, que pidió a este país y a Suecia que permitan la liberación de Assange al considerar ilegítimo su cautiverio.
Tanto Londres como Estocolmo se han negado a acatar la decisión, algo que Long calificó de “sorprendente”, pues si esta “se hubiera referido a otro país, sin duda habrían insistido para que se respetara”.
El canciller explicó también al secretario de Estado que Ecuador está estudiando una petición de la Justicia sueca para interrogar a Assange en la misión diplomática y espera emitir su respuesta “en unas semanas”.
Tras una primera petición defectuosa, la fiscal sueca Marianne Ly ha presentado “por fin” una solicitud formal correcta a las autoridades ecuatorianas, dijo Long.
El canciller lamentó que, pese a su insistencia, Swire no ofreciera garantías de que el Reino Unido no entregará a Assange “a terceros países” en caso de que Suecia retirara su orden de arresto sobre el australiano.
Long, que hoy pronuncia una conferencia sobre política en Londres, se reunió ayer con Julian Assange y su abogado, el español Baltasar Garzón, en la embajada de Ecuador, para marcar el cuarto aniversario cumplían de la entrada del australiano.
Assange fue detenido en Londres el 7 de diciembre de 2010 -después de que su portal difundiera cables diplomáticos secretos de EEUU- a petición de la Justicia sueca, que busca interrogarle por un presunto delito de agresión sexual del que no ha sido acusado y que él niega.
Se refugió en la embajada tras perder en el Reino Unido un juicio contra su extradición a Suecia pues teme que, si se entrega a ese país, de allí podría ser extraditado a EEUU, donde podría afrontar un juicio militar y la pena de muerte por las revelaciones de su portal.