Más de 2.500 personas que intervinieron en las tareas de rescate de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York sufren o han sufrido cáncer, según los últimos datos publicados este domingo por el diario New York Post.
De ellos, 1.655 son policías, médicos, empleados de la ciudad y voluntarios contabilizados por un programa especial del hospital Monte Sinaí, parte de los alrededor de 37.000 que trabajaron para responder a la tragedia.
Mientras, otros 863 casos se registraron en empleados del Departamento de Bomberos, que cuenta con su propio programa.
Según varios estudios, las personas que trabajaron en la respuesta a la tragedia han padecido varios tipos de cáncer de próstata, de tiroides y leucemia, entre otros- en una proporción significativamente superior a la población normal.
Otros, sin embargo, aseguran que la relación entre las víctimas de cáncer y el 11S no puede probarse por el momento.
Las autoridades federales tienen en marcha un fondo de compensación para las víctimas, que a finales de junio había recibido 1.145 solicitudes de afectados por el cáncer.
De ellas, según el Post, 881 han recibido la luz verde para ser indemnizadas, mientras que el resto está aún bajo revisión.
Hasta ahora, 115 enfermos de cáncer han recibido un total de 50,5 millones de dólares, con cantidades individuales de entre 400.000 dólares y 4,1 millones.