Este lunes entra en vigencia la anunciada reforma migratoria en Cuba, instrumento jurídico que elimina algunas de las restricciones que tenían los cubanos para viajar al exterior, así como también para las visitas de emigrados, dejando sin efecto el requisito de la llamada carta de invitación.
La reforma migratoria, aprobada por el Gobierno de Raúl Castro, estipula que, para viajar al exterior, a los cubanos “sólo se les exigirá la presentación del pasaporte corriente actualizado y la visa del país de destino”.
La nueva ley cubana también extiende de 11 a 24 meses la permanencia en el exterior de los residentes en Cuba que viajen por asuntos particulares, contados a partir de la fecha de salida del país, sin necesidad de prórrogas.
Asimismo, la norma flexibiliza algunas condiciones para los cubanos que están en el exterior visiten a sus familiares en la Isla, por un lapso máximo de 90 días sin prórrogas. Sin embargo, el plazo se amplía a 180 días si se trata de ciudadanos cubanos que tienen permiso de residencia en el exterior.
La medida también permite la “entrada temporal” de emigrados que el Gobierno cubano consideró “ilegales”, incluidos médicos y deportistas que desertaron o abandonaron el país en décadas pasadas.
En el caso de los cubanos que emigraron y viven fuera de la isla, la norma aclara que deberán visitar su país con “pasaporte nacional”, expedido en los consulados cubanos, aún cuando tengan la ciudadanía en el país que residan.
El texto deja potestad al Gobierno para vetar la concesión del pasaporte cuando existan “razones de interés público” determinadas por “autoridades facultadas”; así como para limitar la entrada a quienes sean sospechosos de “organizar, estimular, realizar o participar en acciones hostiles contra los fundamentos políticos, económicos y sociales del Estado”.
En ese sentido, se mantienen limitaciones sobre profesionales de la salud y la educación, directores de instituciones y atletas; para evitar el “robo de cerebros” formados por la Revolución.
En este apartado, las autoridades han explicado que quienes queden al margen de los beneficios de la ley lo sabrán de antemano, ya que cada sector debe elaborar un listado de las personas que consideran “vitales para el desarrollo del país”.
La Dirección de Inmigración y Extranjería (DIE) dio por concluidos los preparativos para la entrada en vigor de la nueva normativa, tras informar de que existen 195 lugares en los que los cubanos pueden obtener su pasaporte.
El Gobierno de Raúl Castro profundiza así su plan de reformas y de eliminación de prohibiciones que estuvieron vigentes durante décadas.