SANTIAGO.-El rector de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), doctor Príamo Rodríguez Castillo, afirmó anoche que el precio del éxito es lograr ser parte integral del ambiente entorno donde “iniciamos la exposición nuestras ideas acerca de la sociedad del futuro”.
El doctor Rodríguez hizo la afirmación al dictar una conferencia titulada: La Sociedad del Futuro”, efectuada anoche en la Escuela Enma Balaguer, en Cienfuegos, en ocasión del quinto aniversario de la fundación del Comité Santiago Oeste Municipio.
Las palabras de alabanzas a Dios estuvieron a cargo del reverendo padre Domingo Collado, mientras que la bienvenida al orador invitado la dio la diputada Altagracia González, presidenta del Comité Santiago Oeste Municipio; y la lectura de la semblanza del conferencista la leyó el licenciado Hipólito Martínez, uno de los principales gestores del referido proyecto que fue aprobado por la Cámara de Diputados.
Rodríguez Castillo dijo que “tenemos un nuevo siglo y un nuevo milenio que nos traerá una revolución mediática y que la sociedad que viene está teniendo sólo un rasgo, de efectos enormemente importantes, permitiendo que el saber se difunda de forma casi instantánea, haciéndolo accesible para toda la humanidad, a penas con un celular”.
Analizó que en el siglo pasado, los países, más que todos los europeos, estaban jubilando y/o pensionando a empleados con 55 años de edad. Hoy día la gente tendrá que seguir trabajando hasta más de los 70 años.
El rector de UTESA vaticinó que la disminución de la población más joven provocará un trastorno aún mayor, al tiempo que observó que en el caso de China y Brasil la tasa de natalidad está muy por debajo de la tasa de reposición de dos hijos vivos por cada mujer en edad reproductiva, y en la mayoría de los países europeos ésta es de 1.0
“Un conjunto diverso de razas, religiones, lenguas, culturas, etc.; de suerte que será muy difícil para un país con una diversidad humana poblacional, mayor a la propia, gobernar y satisfacer las necesidades, deseos, y gustos a todos o, a la mayoría de sus pobladores”, subrayó.
Advirtió que la gran inmigración adquirirá un poder divisor, que hará trascender todas las alineaciones políticas, sociales, económicas y comunitarias.
La formación familiar-puntualizó- por siempre ha sido la fuerza motora de las comunidades, debido a la formación en valores; la producción familiar, y la contribución entre sus miembros; en fin, porque promueve una buena y sana convivencia. Pero esto se está perdiendo, lo que produce, en parte, la crisis que se vive ya hoy.
Al analizar la vida de los mercados, el doctor Rodríguez Castillo señaló que el gran mercado masivo y homogéneo que surgió en los países desarrollados después de la Segunda Guerra Mundial ha estado en descenso y, hoy día, ya se está dividiendo en dos: un mercado más grande determinado por miembros de la medianía de edad en adelante y otro, mucho menor, determinado por los jóvenes.
Y aseguró que la necesidad de crear nuevos modelos de empleos, de mercados y variedad en la producción de ropa, alimentos, servicios, coches, apartamentos, restaurantes, centros de diversiones, etc.
“El saber será el recurso clave de la nueva sociedad y los trabajadores del saber serán, entonces, los grupos dominantes de su fuerza laboral”, recalcó.
Sus características principales serán las siguientes:
A. No habrá fronteras, porque el saber viaja con menos esfuerzo todavía, que el dinero.
B. Movilidad permanente. Habrá una educación al alcance de todos y con contenidos similares.
C. El potencial del fracaso será igual que el del éxito. Cualquiera puede aprender, cualquiera puede adquirir los medios de producción; es decir, el saber será requisito para el trabajo. Pero no todo el mundo puede ganar.
D. La competencia, por tradición, determina los precios del mercado. Es, pues, una guerra psicológica por el mercado mundial.
E. La sociedad futura tiene que crear una plataforma que sea diferente a la competencia de mercado.
F. Ésta debe ser una plataforma social, acorde con las necesidades de los trabajadores del saber, porque sobre ellos recae la necesidad de forjar.