Se oscureció el Santiago Bernabéu apenas en el amanecer del partido. Porque un pase largo de Marek Hamsik le llegó a los pies de Lorenzo Insigne, quien a 25 metros frontal al arco y frente a la marca de dos defensores, remató a colocar a media altura para dejar revolcado a Keylor Navas. El arquero costarricense estaba mal ubicado, muy adelantado y es por eso que en 7 minutos, Real Madrid se encontraba en desventaja frente a Napoli.
Pero la reacción llegó, el conjunto local tomó el control del balón y marcó la superioridad frente al cuadro italiano: firmó un 3-1 en el encuentro de ida de los octavos de final de la Champions League, para llevar una positiva diferencia al partido revancha, en Italia.
Unos diez minutos corrieron del golpe inicial, cuando el centro desde la derecha de Dani Carvajal encontró la cabeza Karim Benzema al filo del área chica. Su cabezazo, por supuesto, tuvo destino de red ante un indefenso Pepe Reina.
A los 27′ se produjo la primera aparición clara de Cristiano Ronaldo, quien adentro del área y con el asedio de un marcador, envió su zurdazo bien alto. A los 41′, otra nítida aproximación: Benzema quedó cara a cara con el portero, éste le achicó el espacio y la pelota se marchó cerca del palo izquierdo luego de que el francés tocara por encima del cuerpo del arquero.
La igualdad siguió plasmada en el electrónico del Bernabéu hasta que los merengues exhibieron unos nueve primeros minutos letales en el complemento. Los de Zidane intentaron salir de su campo mediante un pelotazo de izquierda a derecha de Toni Kroos, que no pudo controlar James Rodríguez -de opaco nivel-. Pero Napoli no repuso bien y el contragolpe halló la corrida de CR7, que desbordó por derecha, tocó atrás y el propio Kroos desde la puerta del área grande remató al ras del césped y a colocar para dejar parado a Reina.