VIENA.- La mayoría de las víctimas de trata en América Central y el Caribe (62 por ciento del total) son menores de edad y en gran parte niñas, denuncia la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD) en un informe difundido este miércoles en Viena.
“En América Central y el Caribe la trata de menores es la más frecuentemente detectada. La región tiene el segundo nivel más alto de trata de menores a nivel mundial, después de África Subsahariana”, indica la ONU en el llamado Informe Global sobre Trata de Personas 2016.
La trata consiste en captar y retener a una persona por la fuerza o la coerción, con el fin de explotarla, no sólo con fines laborales o sexuales, sino también para mendigar o, incluso, para el tráfico de órganos.
Los adultos son la mayoría de las víctimas de esta “moderna forma de esclavitud” en todas las regiones del mundo salvo en América Central y Caribe, y África Subsahariana, donde el 64 por ciento de los explotados son menores.
El informe reconoce que no existe una explicación clara sobre por qué en esas dos regiones la trata de menores es mayoritaria, y enumera algunos posibles motivos.
Entre ellos está que en ambas regiones hay una amplia población joven, reducidas oportunidades educativas y que los menores generan más beneficios, ya sea porque se les puede explotar más fácilmente o pueden ser “vendidos” a un precio mayor.
La explotación sexual es el modo de trata más común en América Central y el Caribe, con el 57 por ciento de los casos detectados, mientras que el 51 por ciento de los condenados por trata es un hombre.
El trabajo forzado se detectó en el 15 por ciento de los casos, mientras que el resto de las víctimas fueron explotadas forzándolas a mendigar o destinadas a adopciones ilegales.
La alta presencia de mujeres entre los condenados por trata en América Central y Caribe, casi la mitad, es otra característica regional que, según la ONU, podría estar relacionada con la forma de captar a las víctimas.
Según el informe, esa captación se realiza sobre todo por familiares o amigos de la víctima, y las mujeres podrían participar sobre todo en el caso de menores.
América Central y el Caribe es una región de origen de trata, como demuestra que el 12 por ciento de las víctimas extranjeras en América del Norte proceden de allí, al igual que el 10 por ciento de las detectadas en América del Sur, con víctimas procedentes sobre todo de la República Dominicana, Cuba y Haití.
Al mismo tiempo, existe la trata entre los propios países de la región, así en Guatemala y El Salvador se suelen encontrar víctimas de Honduras y Nicaragua.
Sea como fuere, la ruta de los casos de trata transfronteriza va desde los países más pobres a los más ricos.