SANTO DOMNIGO, República Dominicana.- Entre los proyectos que Radhamés Segura promovió con más empeño cuando estuvo al frente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (1998-2000/2004-2009), sobresale el contrato con la empresa china Sichuan, firmado en 2006, para la construcción de una central a carbón mineral de 600 megavatios, en Montecristi.
Segura, a quien tocó vivir en carne propia el controvertido proceso de capitalización -o privatización- de los activos de la CDEEE (1999), recuerda que aquella planta produciría casi tantos megavatios de energía como las dos que se construyen en Punta Catalina, provincia Peravia, pero a un costo mucho menor para el Estado.
Afirma que “fue un contrato muy transparente para comprarle energía a esa firma, que iba a traer sus plantas, que las iba a instalar y las iba a operar a todo costo y riesgo (…) pero a mucho menor costo, porque en lugar de coger dos mil millones de dólares para invertirlos en las plantas (de Punta Catalina), el Estado podía haberlos utilizado en obras de carácter social”.
“Que se haga lo que más convenga al interés del país. Si conviene que esas plantas pasen al sector privado, que se haga así, si conviene que permanezcan en el sector público, pues que se haga de esa manera, pero es evidente que tiene que haber esa integración”
Al preguntarle por qué sucumbió, entonces, esa inversión, la respuesta del académico y alto dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) es inmediata: “el proyecto fue saboteado por gente que vinculada al Gobierno (2004-2008) y también del sector privado, que tenían interés en que no caminara; gente del Gobierno y empresarios que eran neoliberales”.
“Ahora bien, entiendo que también el presidente Medina puede haber pensado en que debido a lo que se hizo con las plantas en el pasado, pues para evitar que también hubiera un torpedeo (con Punta Catalina), pues por eso decidió asumirlo como una voluntad del Gobierno”, aclaró.
Pero si algo acabó por sepultar el proyecto fue la falta de apoyo del ex presidente Leonel Fernández, quien gobernaba el país, manifestó Segura al periódico Acento. “El presidente Fernández en aquel entonces no tuvo la voluntad política para evidentemente trabajar de manera distinta, e imponerse, como lo que ha hecho ahora el presidente Danilo Medina, a partir del 2012”.
Distinto a Fernández, el actual mandatario “ha tenido la voluntad política necesaria para las plantas” a carbón, de 360 megavatios cada una, cuya construcción fue adjudicada mediante licitación al consorcio Odebrecht-Technimont-Estrella, a un costo estimado de unos US$2,000 millones.
“Yo no era partidario de comprar plantas, sino de que las trajera el sector privado, y nosotros compráramos la energía con la modalidad que hay ahora mismo con los generadores privados”, dijo Radhamés Segura en el marco de la “Jornada de Socialización” del Pacto Eléctrico, en la que participaron varios ex titulares de la CDEEE.
Mediante el contrato suscrito en enero del 2006 con Sichuan Machinery Equipment, la CDEEE se comprometía a comprar de manera continua entre 50% y 55% de la energía disponible de la empresa, para lo cual se creaba un fondo de garantías de los pagos.
“El tiempo me ha dado la razón”
Otro contrato para generación firmado por Segura, ese mismo año, fue con la empresa Emirates Power -de los Emiratos Árabes-, con miras a la instalación de dos unidades con capacidad para generar otros 600 megavatios en la zona Pueblo Viejo, de Azua.
Con relación a la propuesta del sector empresarial, que propugna por privatizar las plantas de Punta Catalina, Segura se manifestó partidario “de una solución mixta” en la que participen tanto el Estado como el sector privado.
“Que se haga lo que más convenga al interés del país. Si conviene que esas plantas pasen al sector privado, que se haga así, si conviene que permanezcan en el sector público, pues que se haga de esa manera, pero es evidente que tiene que haber esa integración”, expresó.
Radhamés Segura recordó que fue “el primero” que propuso la conversión de fuel oil a gas natural de la central de 300 MW de la Compañía de Electricidad de San Pedro de Macorís (CESPM), otrora Cogentrix, cuyo contrato que ha sido muy cuestionado y en el que figura su firma.
“En agosto del 2004 hicimos el Plan Integral de Desarrollo del Sector Eléctrico que contemplaba la generación a carbón, la conversión a gas de Cogentrix, las plantas de ciclo combinado que se instalaron, de energías alternativas y la autopista eléctrica Santo Domingo-Santiado de 345,000 voltios”, dijo Segura, a quien sucedió en la CDEEE el empresario Celso Marranzini.
Indicó que con los precios actuales del petróleo, CESPM puede ofertar el kilovatio/hora a unos 11 centavos de dólar, un precio bastante competitivo en el mercado eléctrico dominicano. “Ocurre que la verdad se vino a ver ahora, aunque tuve en aquel tiempo muchos detractores”, manifestó.