Danilo no puede aspirar a la Presidencia, pero es líder del PLD; Leonel puede hacerlo, pero necesita una estructura fuerte
La guerra que libraron Leonel Fernández y Danilo Medina por el control del poder en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) parece que ahora se trasladará a una batalla por liderar la oposición política. Recientemente, el presidente del PLD, Temístocles Montás, (aunque Danilo Medina es líder del PLD) declaró que la organización se prepara para asumir el rol de principal partido de oposición, y el pasado domingo Leonel Fernández, declaró que la Fuerza del Pueblo (FP) ya convocó su primer congreso para, también, desempeñar el papel de principal partido opositor.
Si Medina y Fernández, en lugar de vigilar la gestión de gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y Luis Abinader, se concentran en seguir la guerra a muerte -ahora no por el control del poder sino de la oposición- estarían cometiendo un error político que ya consumaron en el pasado quienes asumirán el poder a partir del 16 agosto, parte de la razón por la que ese grupo político se mantuvo en la oposición por 16 años seguidos.
De hecho, uno de los tropiezos del PLD en las pasadas elecciones fue enfilar todos los cañones contra Fernández y descuidar a Abinader, que finalmente se impuso en primera vuelta a pesar de que en el tramo final de la campaña el PLD lo identificó como el enemigo a vencer.
Debilidades y fortalezas de Fuerza del Pueblo y Leonel Fernández
La principal ventaja de Fernández es que puede presentarse como candidato presidencial de nuevo. Su principal debilidad, que no cuenta con una estructura política fuerte y con suficientes mecanismos para hacer oposición contundente. Sin embargo, el expresidente es una figura de alto impacto de opinión pública y su organización cuenta con técnicos experimentados en las diversas áreas de los temas de agenda que le permitirán tener vigencia en la opinión pública.
De hecho, ese partido se mantiene fijando posición sobre temas como la pandemia del COVID-19 y haciendo recomendaciones de las medidas que deben tomarse. También sobre el reto que representa el inicio del año escolar ante el aumento de los casos de coronavirus en el país.
Leonel no tiene conflictos partidarios pendientes, su partido se ha enfocado en organizarse y ya convocó su primer Congreso Profesor Juan Bosch del 6 de noviembre de este año al 27 de febrero el 2021. En el marco de ese proceso, la nueva organización está llamada a refrescar su imagen con figuras que le inyecten nuevos bríos al ejercicio político y debe generar oportunidades de participación a los segmentos de la población interesados en hacer vida política.
La Fuerza del Pueblo fue armada a la carrera para participar en las elecciones pasadas y tuvo al Partido de los Trabajadores Dominicano (PTD) como base legal para Fernández y sus seguidores que abandonaron al PLD.
Para las elecciones municipales tenía apenas 4 meses de constituida y ocho para las elecciones presidenciales y congresuales del 5 de julio. La estrategia de participación electoral consistió en alianzas con los partidos de oposición para varios municipios y el Senado. Apostó a una segunda vuelta en el nivel presidencial con un discurso de clasificar en el segundo lugar o en el peor de los casos ser la fuerza que definiera quién sería el próximo presidente en segunda ronda.
Sin embargo, Fernández fue aliado de ese partido y de Abinader en las luchas políticas de oposición y muchos atribuyen el triunfo del PRM en gran medida al trabajo que hizo el expresidente como las luchas internas en el PLD y denuncias contra el voto electrónico que finalmente provocó una crisis político cuyo único beneficiario electoral fue el PRM.
En la práctica, Fernández lleva ocho años en la oposición, a pesar de que conservaba una cuota de poder en el PLD y se mantuvo como presidente de la organización. En los últimos cuatro años del gobierno de Medina, Fernández fue crítico de quienes ejercían el poder por el incumplimiento de los acuerdos en el PLD y especialmente por el intento de una segunda reforma a la Constitución para la reelección de Medina. De hecho, colaboradores de Medina como Monchy Fadul y Felucho Jiménez, se quejaban de que la oposición a la que se enfrentaban provenía del interno del PLD, en alusión a Fernández y sus seguidores.
Debilidades y fortalezas del PLD y el presidente Danilo Medina
Medina sale del poder el próximo 16 de agosto como líder único del PLD, la estructura política más importante de la oposición, por la representación que logró en la Cámara de Diputados y la importante cuota municipal que conserva.
Sin embargo, Medina está inhabilitado para ser de nuevo candidato presidencial y la práctica política enseña que la gente se agrupa alrededor de las figuras con posibilidades de conquistar el poder. La solidez del liderazgo de Medina en el PLD estará por definirse en los meses por venir, pues sobre él recae la responsabilidad de la derrota que sufrió la organización recientemente en los cuatro niveles de elección, pues fue su estrategia la que se impuso. Habría que ver cuando llegue la hora de la evaluación de las razones por las que el PLD salió del poder cuál será la actitud de sus dirigentes ante Medina.
El PLD tendrá también que enfrentar las críticas del gobierno entrante y habría que ver qué tan lejos llega el presidente electo, Luis Abninader, en su promesa de cero impunidad frente a los actos de corrupción en el Estado, su principal oferta política. Lo que suceda con ese tema afectará la cúpula del PLD, pues quienes han estado en cargos públicos durante 16 años seguidos son los miembros de su Comité Político.
El PLD tiene en agenda su congreso de elección de los cargos internos para el último trimestre de este año y algunos dirigentes como Margarita Cedeño, Andrés Navarro y Francisco Domínguez Brito han abogado por un proceso de renovación y crítica sobre las causas que lo llevaron a perder el apoyo popular.
Guerra FP y PLD no sería inteligente
El regreso del PLD al poder y de la FP depende mucho del resultado del gobierno de Abinader y el PRM, que asumirán en una situación de crisis económica con potencial para convertirse en crisis social por el impacto diverso de la crisis sanitaria derivada del COVID-19.
Para Fernández y la FP no sería una estrategia inteligente continuar una batalla de dimes y diretes con el PLD, pues eso permitiría que Abinader gobierno sin críticas. La historia reciente es que una de las ventajas del PLD fue que siempre gobernó con la oposición dividida, uno de los factores que influyeron en sus sucesivos triunfos electorales.
En el caso de Fernández y su partido han recorrido un largo camino de conflictos políticos en los últimos 5 años, por lo que sería inteligente jugar otro rol en el nuevo escenario.
Algunos de sus dirigentes, como Radhamés Jiménez, han señalado que harán una oposición propositiva con el nuevo gobierno.
En el caso del PLD todavía es prematuro predecir la situación que enfrentará la organización en los meses por venir, pues su sobrevivencia depende de cómo asuma los errores que lo llevaron a la derrota y de las acciones del gobierno frente a la cúpula que gobernó 16 años.
En ese escenario, lo más interesante sería esperar a ver si aparecerán cabezas disidentes a la línea política de Medina en esta nueva etapa.
¿Y la estrategia de Abinader y PRM?
La victoria en la presidencia que obtuvo Abinader lo consolida como el único líder de esa organización y no tiene impedimento constitucional para postularse a un segundo mandato en el 2024. Si Abinader logra sortear con éxito la crisis económica que recibirá al inicio de su gestión y da respuesta a demandas de cero impunidad con los casos de corrupción tendría el tablero a su favor para repostularse. Para Abinader sería más cómodo que FP y el PLD se mantengan divididos y con la misma actitud que los llevó a la derrota en las pasadas elecciones, pues así sería más fácil gobernar y también reelegirse en el 2024. En ese sentido, su estrategia podría inclinarse por fortalecer a uno y otro sin que ninguno se vuelva tan fuerte que se convierta en una amenaza real para el PRM seguir en el poder. Habría que ver si el PRM permanece unido en el poder.