El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) va el domingo a un duelo político nunca antes vivido en la organización en el que se un delfín del presidente Danilo Medina, Gonzalo Castillo, se enfrentará al liderazgo de Leonel Fernández, presidente de la organización y tres veces presidente de la República.
Castillo cuenta con la estructura política de Medina además de la fuerza del Estado, debido a que la mayoría de los funcionarios del gobierno forman parte de los coordinadores de su equipo político. Su principal activo es su rostro novedoso en la carrera política.
Castillo y su equipo se definen como la sangre nueva en la competencia del PLD. Fuera de ahí, el exministro de Obras Públicas no cuenta con una trayectoria política ni de labora social que se conozca en la ciudadanía, por lo que su fortaleza para la competencia viene del presidente de la República y de los dirigentes del Comité Político y el Comité Central que se han sumado al proyecto que representa la continuidad de Medina.
Trayectoria y liderazgo
Además de la poca trayectoria política una de las principales limitantes de Castillo se percibe a la hora de plantear su proyecto de país y el manejo de los temas de la agenda nacional. De hecho, el precandidato presidencial en las últimas semanas de la campaña no ha participado en ningún medio de comunicación y sus apariciones se limitan a enviar comunicados a los medios de comunicación y mantener su presencia con spot publicitarios en las diversas plataformas de comunicación.
En el caso de Fernández, su mayor fortaleza viene de su liderazgo político por haber sido tres veces presidente de la República y presidente del PLD desde el 2001. Además es un gran orador y estudioso de los temas nacionales.
Contrario a Castillo, Fernández ha tenido una amplia participación en los medios de comunicación en la última semana de la precampaña y expuesto sobre los diversos temas. Su principal debilidad es que no cuenta con una estructura política tan poderosa como la que tiene el danilismo y su batalla es contra el peso del poder del Estado.
Además es la primera vez que el exgobernante se ha visto precisado a construir una estructura política para una competencia dura.
La primera batalla en el actual proceso política entre Medina fue por la reforma a la Constitución y Fernández salió vencedor, pues Medina finalmente tuvo que desistir de someter un proyecto de reforma que él dijo no tenía en agenda, pero las señales decían otra cosa.
El sector Medina tiene problema de confianza
El sector del presidente Medina tiene un problema de imagen en lo relativo a la confianza debido a que ese aspecto ha quedado afectado por el incumplimiento de acuerdos internos en el PLD como el caso de presidencia de la Cámara de Diputados que le correspondía a Demóstenes Martínez. El propio tema de la posible reforma a la Constitución afectó la imagen del sector del presidente Medina de reformar por segunda vez la Constitución.