Más de dos años después, el misterio del vuelo MH370 de la Malaysia Airlines sigue tan impenetrable como el primer día. A día de hoy se sigue sin poder responder a una pregunta esencial y que permitiría esclarecer qué pasó ese 8 de marzo de 2014: ¿dónde está el vuelo MH370?
Esta búsqueda se ha convertido con el paso del tiempo en la operación más larga y más cara de la historia (en julio de 2015, ya había costado 75 millones de dólares australianos). Y al tiempo que resulta ser la más frustrante y compleja, es también la más fascinante, por el misterio que rodea la desaparición del avión, como fascinó en su día el Titanic, hasta que por fin lo encontraron en 1985.
Un flaperon del ala derecha, es lo único que tenemos
Ya van dos años de búsqueda incesante del Boeing 777 que cubría la ruta de Kuala Lumpur a Beijing, el vuelo MH370, con 239 personas a bordo. El misterio sigue intacto: el de un avión que desapareció en la noche sin apenas dejar rastro, o casi.
Hasta hoy, sólo se ha confirmado el hallazgo, en julio de 2015, de un flaperon del ala derecha del Boeing 777 MH370. La pieza fue encontrada en una playa de la isla francesa de La Reunion, en el Océano Índico. El proveedor de esa pieza, en España, confirmó que ese flap procedía del Boeing 777 MH 370.
Y esa es la única prueba tangible de lo que pudo ocurrir al avión: se ha estrellado en el océano. El 2 de marzo de 2016, se encontró en una playa de Mozambique otro elemento del fuselaje de un avión. El elemento encontrado se correspondería con el borde de ataque del estabilizador trasero derecho de un Boeing 777. Y como el vuelo MH370 es el único Boeing 777 desaparecido, todo apunta a que sea suyo. Aún así, no hay confirmación oficial.
Teorías de la conspiración
Como siempre, cuando no se tienen respuestas, surgen una multitud de teorías, a cada cual más inverosímil. Algunos piensan que la electrónica de vuelo del Boeing 777 de la Malaysia Airlines fue destruida por un arma de pulso electromagnético. Otra teoría más surrealista es que el Pentágono tomó el control del vuelo a distancia (entre los pasajeros a bordo, algunos trabajaban en el sector de los drones militares) o bien que los Illuminati han capturado el avión y está escondido en la base de Diego García, en medio del Océano Índico. La lista de teorías es tan larga como el área en la que se busca el avión.
Un extraño y errático cambio de rumbo
En los primeros días de la desaparición del vuelo, las búsquedas se centraron en el estrecho de Alamacca, al sur del Mar de China, es decir, en la ruta que tenía que haber seguido el avión y donde el control de Kuala Lumpur había perdido el contacto con la aeronave. Sin embargo, pocos días después, desde Tailandia confirmaron que un radar militar de ese país detectó el vuelo MH370 en dirección Noreste, hacia el mar de Adaman a las 2h28 la noche en la que desapareció.
El problema para los investigadores es que algo más de una hora después, un satélite de telecomunicación de Inmarsat registró hasta 7 comunicaciones automatizadas entre los sistemas del avión y un control en tierra, por ejemplo con el fabricante de los motores y su sistema de mantenimiento. Esas señales automatizadas incluyen siempre un código asignado a cada aeronave. Gracias a esas transmisiones silenciosas, se sabe que el vuelo MH370 voló en dirección a Australia hasta al menos las 8h19 (hora GMT) del 8 de marzo de 2014. Eses es el último rastro en vuelo que dejó MH370.
Buscan un avión de 60 metros en 120.000 km2 de oscuridad
Hasta abril de 2014, ocho países habían tomado parte en las operaciones de búsqueda con China al frente. A partir de agosto de 2015, Australia tomó el liderazgo de la búsqueda. Hace unos días, Australia se ha convertido, a petición del gobierno malayo, en el máximo responsable de la búsqueda del avión. Basándose en el tiempo de vuelo conocido, la ruta y el combustible que llevaba al despegar de Kuala Lumpur, los investigadores han acotado la búsqueda a una zona del océano situada a unos 2.000 km al Oeste de Australia.
Acotar la zona de búsqueda, en este caso, no significa que sea más fácil. Estamos hablando de buscar un avión de 60 metros de largo en un área de una extensión similar a la de Portugal y Galicia y de una profundidad media de 4 km, en la más absoluta oscuridad y de la que no existe mapa de ninguna clase.
Australia contrató a la empresa holandesa Fugro, que habitualmente realiza mapas del fondo de los mares para las compañías petroleras, para buscar el avión en la zona que han determinado. Hasta la fecha no han encontrado los restos del avión. Y se calcula que este verano habrán hecho un mapa completo de los 120.000 km2 en los que se cree que el avión se estrelló. Entonces, Australia abandonará la búsqueda, la aviación civil tendrá un nuevo misterio y es posible que nunca sepamos qué pasó con el vuelo MH370.
¿Se tiene una idea de lo que pudo pasar?
Inicialmente se pensó en un secuestro del avión para estrellarlo en un objetivo civil, pero esa teoría fue rápidamente descartada. El hecho que el piloto haya desconectado el transpondedor podría responder a un procedimiento estándar en caso de incendio o de fallo grave en el sistema eléctrico. Para ello, el piloto solo ha de pulsar un botón.
¿Qué pudo provocar un incendio? Un cargamento de baterías de iones de litio en bodega. Según el gobierno malayo, el vuelo MH370 llevaba efectivamente en bodega tres palets con este tipo de baterías. Dos de los tres palets se cargaron en la parte frontal del avión, justo detrás de los sistemas electrónicos de la aeronave.
En este caso, se menciona que el cargamento podría no haber estado en un container adaptado para las baterías (capaz de resistir un incendio en su interior durante cuatro horas). Desde 2010, año en el que se estrelló un Boeing 747 Cargo de UPS por culpa del incendio a bordo de baterías de iones de litio, este tipo de container ignífugo se ha vuelto casi la norma en muchas compañías de transporte, como ahora UPS.
La teoría de las baterías podría explicar el fallo casi generalizado de las comunicaciones -por el incendio-, que los pilotos hayan dado la vuelta -para intentar un aterrizaje de emergencia- y que el avión haya continuado su vuelo sólo hasta estrellarse en el océano, ya que los pilotos y el pasaje habrían fallecido asfixiados por el denso y tóxico humo de las baterías ardiendo.