Ante sus expresiones en su programa “Caso cerrado”, en que manifestó que debido a la situación económica que se vive en Puerto Rico las madres están “vendiendo a sus hijos”, comentario que ha ocasionado molestias entre los puertorriqueños, la abogada Ana María Polo pidió disculpas hoy por haber herido “sensibilidades”.
A través de un comunicado de prensa, la jueza hizo sus expresiones en reacción al asunto por el que mucha gente se sintió ofendida al ver la emisión del pasado jueves; sin embargo, no se retractó de lo dicho en sus espacio televisivo.
“Lamento mucho si, por mi pasión defendiendo a las personas que no tienen voz, herí sensibilidades a mi gente que tanto amo en Puerto Rico. Mi trayectoria demuestra la seriedad con que siempre he hecho mi trabajo y es por esto que no puedo ignorar un tema tan serio como es la trata humana, algo que existe a nivel global y Puerto Rico está comprobado que no es la excepción. Lastimosamente este es un problema que lleva bastante tiempo y que no se menciona abiertamente. Sin embargo, de acuerdo con investigaciones realizadas por la Fundación Ricky Martin, los casos de trata humana en la Isla han aumentado de manera exorbitante. Por ende, la fundación ha declarado el mes de febrero como el mes de la orientación de la trata humana y me uno a los esfuerzos de esta organización para crear conciencia y dar fin a este terrible flagelo. Basta, no a la trata humana”, decía el escrito que se leyó esta tarde en el programa “Dando candela”.
En el espacio Caso cerrado, se presentó a una mujer identificada como puertorriqueña que había “alquilado” a sus hijos a unas personas por $500, a lo que Polo declara: “Les voy a contar algo, señores. Les voy a contar algo muy doloroso. Esta es una modalidad en Puerto Rico ahora. La situación económica está tan difícil que la gente llega a vender a sus hijos”.
De todos es conocido que en el programa se les paga a personas por dramatizar historias reales, aunque en una ocasión la doctora dijo a este medio que en muchas ocasiones los casos eran reales y presentados por sus verdaderos protagonistas.
La autora del libro “Las cartas secretas de Caso cerrado” nació en Cuba, pero vivió desde su infancia hasta su adolescencia en Puerto Rico, y siempre ha manifestado su aprecio por la Isla, la que considera su segunda patria.