Sin embargo, el presidente ruso criticó al gobierno norteamericano asegurando que “trata de influir, entre bambalinas o de forma directa, en las relaciones con nuestros vecinos”.
Durante su discurso anual sobre el estado de la nación, realizado este jueves en el Kremlin, el mandatario de la Federación Rusa declaró que no tiene ninguna intención de romper sus relaciones con Estados Unidos y Europa.
“No nos planteamos en ningún caso romper nuestras relaciones con Europa y Estados Unidos. Pero al mismo tiempo, restableceremos y ampliaremos nuestros vínculos tradicionales con el continente sudamericano, y seguiremos cooperando con África y con los países de Oriente Medio”, afirmó.
No obstante, Putin criticó a Estados Unidos, señalando que “trata de influir, entre bambalinas o de forma directa, en las relaciones con nuestros vecinos”.
Además, el jefe de Estado ruso dijo que Occidente debe ayudar “concretamente” a Ucrania en vez de ofrecerle “promesas vacías. No veo que nuestros colegas occidentales ardan en deseos de hacer eso (ayudar a Ucrania), ni que las autoridades actuales de Kiev quieran resolver los problemas de sus ciudadanos”.
A su vez reconoció que las sanciones occidentales hacen daño a su país, pero dijo que éstas serán “un estímulo” para avanzar hacia un mayor desarrollo del país.
“Las así llamadas sanciones, y las limitaciones externas, son un estímulo para avanzar más rápido y acelerar el logro de nuestros objetivos”, indicó Putin, que se mostró convencido de que, incluso sin la anexión de Crimea y la crisis de Ucrania, Occidente “habría encontrado otro pretexto” para imponerlas.
Amnistía y pedido
Putin también anunció una amnistía para los capitales que regresen al país, y destacó que Rusia debe acabar con la evasión impositiva de empresas rusas a través de paraísos fiscales.
“Si alguien legaliza sus recursos y propiedades en Rusia, recibirá sólidas garantías de que no será molestado por distintos órganos estatales, entre ellos las fuerzas del orden, ni se le preguntará por el origen del capital”, dijo el presidente durante su intervención ante el pleno del Parlamento.
Asimismo, el presidente de la nación euroasiática le solicitó al banco central y al Gobierno “acciones contundentes” para poner fin a la especulación con el rublo, que esta semana alcanzó mínimos históricos.
“Le he pedido al Banco de Rusia y al Gobierno que emprendan medidas contundentes y coordinadas para disuadir a los llamados especuladores de negociar con las fluctuaciones de la divisa rusa”, dijo en su discurso sobre el estado de la nación en el parlamento en Moscú.
Y es que, según el mandatario ruso, “el rublo no puede convertirse impunemente en un objeto de especulación”.
“Las autoridades saben quiénes son estos especuladores. Tenemos los medios para oponernos. Es hora de utilizar estos medios”, prosiguió el mandatario, que no reveló la identidad de dichos especuladores.
Las sanciones económicas impuestas por las principales economías occidentales por el papel de Moscú en la crisis ucraniana y la caída del precio del petróleo han disparado la inflación y el hundimiento del rublo, que desde inicios de año ha perdido el 40% de su valor ante el euro y el 60% ante el dólar.
Las autoridades rusas revisaron a la baja esta semana el crecimiento de la economía para 2015, y vaticinan que el país entrará en recesión.
