Moscú.- El presidente ruso, Vladímir Putin, apeló hoy al patriotismo de los rusos y les llamó a votar en masa por su permanencia en el Kremlin después de 2024, ante el rechazo de la oposición, que considera que el plebiscito constitucional es una farsa.
“Les pido, queridos amigos, que expresen su opinión. Cada voto es importante. No votamos sólo por las enmiendas… votamos por el país en el que queremos vivir”, dijo Putin al dirigirse a los rusos por televisión.
En vísperas del día grande de la votación y con ocasión del 75º aniversario de la victoria sobre Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, Putin eligió la inauguración de un gigantesco monumento en honor al soldado soviético para pedir veladamente el “sí” a la reforma de la Constitución postsoviética de 1993.
VOTAR POR LA PATRIA Y LA FAMILIA
“La soberanía de Rusia se sostiene precisamente en nuestra responsabilidad, en nuestro sinceros sentimientos de patriotismo y amor por la patria”, dijo.
Putin recordó a aquellos que combatieron contra la Alemania nazi para que actualmente los rusos pudieran vivir en paz y “enorgullecerse de Rusia, un país con una civilización única y una gran cultura”.
También vinculó la aprobación de las enmiendas constitucionales con los valores conservadores y familiares que ha promovido desde que llegara al poder hace 20 años frente al relativismo moral occidental.
“Estabilidad, seguridad, bienestar y una vida digna: sólo las podremos garantizar a través del desarrollo, sólo juntos y sólo por nosotros mismos”, proclamó.
En caso de que las reformas sean aprobadas, prometió que en la Constitución quedarán acuñados los valores que unen a los rusos: la verdad y la justicia, el respeto al trabajo y a las viejas generaciones, la familia y el cuidado de los niños, su salud, moral y educación religiosa.
REFORMAS Y PUTIN 2036
Los rusos votan más de 200 enmiendas constitucionales. Algunas aluden a la creación de lo que Putin llama “Estado social”, como es la indexación anual de las pensiones o el salario mínimo por encima del mínimo de subsistencia.
En línea con el ideario conservador de Putin, la figura de Dios quedará plasmada en la Carta Magna, aunque Rusia sea un país laico, al igual que el matrimonio como una unión exclusiva entre un hombre y una mujer.
Los más nacionalistas también tienen motivos para apoyar la reforma, ya que la nueva Constitución prohíbe ceder territorios, defiende la “verdad histórica” y la prioridad de la legislación nacional sobre el derecho internacional, y considera a Rusia heredera natural de la Unión Soviética.
Aunque, en realidad, la votación es un referéndum sobre si Putin debe seguir en el poder una vez expire su actual mandato constitucional en 2024.
En caso de que el “sí” sea mayoritario, Putin, de 67 años, podría continuar al frente del Kremlin hasta 2036, algo sólo al alcance de zares como Pedro el Grande.
“No descarto esa posibilidad. Entonces lo veremos. Aún no lo he decidido”, dijo recientemente.
DENUNCIAS DE FRAUDE Y RIESGO PARA SALUD PÚBLICA
Según la Comisión Electoral Central (CEC), casi la mitad del electorado ya votó por adelantado desde el pasado día 25 -unos 50 millones-, mecanismo ideado para evitar aglomeraciones y un posible rebrote del coronavirus.
“Ustedes saben que la votación transcurre ya desde hace varios días, paso que fue dictado por la exigencia de proteger la salud de la gente. Quiero agradecer a todos aquellos que ya hicieron su elección”, dijo Putin al respecto.
En cambio, la oposición considera que el voto por adelantado fue “inventado” por las autoridades no para garantizar la salud pública, sino para dificultar el control sobre el proceso electoral y así manipular los resultados a su antojo.
“Este es el método elegido habitualmente por los dictadores. Da el resultado que quiere el poder”, comentó a Efe Ruslán Jasbulátov, presidente del Parlamento ruso que fue bombardeado por orden de Boris Yeltsin en 1993.
La organización Golos, que vela por los derechos de los electores, considera que “el procedimiento elegido es ilegal, no tiene precedentes y no responde ni a los estándares rusos ni a los internacionales”.
Denunció numerosas irregularidades durante la votación por adelantado, como presiones para votar en la administración pública y en las empresas, propaganda soterrada, las urnas móviles, falta de control del voto y de la impresión de papeletas.
“No podemos creer en los resultados electorales. Ha habido una atmósfera de presión y falta de libertad. En tales condiciones, la libre expresión de la voluntad popular es imposible”, aseguró a Efe Grigori Melkoniants, codirector de Golos.
Con todo, el Kremlin aseguró hoy que las infracciones han sido menores y que éstas no influirán en ningún caso en el resultado ni en la legitimidad de la votación.
VICTORIA SEGURA DEL “SÍ”
Aunque los comunistas llamaron a votar “niet” (no), son muchos los partidos opositores que han optado por el boicot, fragmentación que juega en favor del Kremlin.
Por ello, son pocos los que dudan que las autoridades lograrán el resultado requerido, que, según los sondeos oficialistas, rondará dos tercios del electorado a favor de los cambios constitucionales.
El independiente Centro Levada considera que Putin cimenta su victoria en el apoyo de los pensionistas y todos aquellos que dependen del Estado paternalista, sean funcionarios, sanitarios, profesores o militares.
En cambio, el apoyo a Putin entre los jóvenes es cada vez más bajo, especialmente en las grandes ciudades, donde sólo uno de cada diez apoyará las enmiendas.
Según el sondeo de Levada publicado hoy, el nivel de aprobación popular de la gestión de Putin aún es alto, un 60 %, pero este es el segundo indicador más bajo en 20 años.