Vladimir Putin ha tomado posesión este lunes de su cuarto mandato como presidente de Rusia en una pomposa ceremonia que se ha celebrado en la sala de San Andrés del Gran Palacio del Kremlin.
Ante más de 6.000 invitados, Putin ha jurado “respetar y defender los derechos y libertades de las personas y los ciudadanos; cumplir y defender la Constitución de la Federación de Rusia; defender la soberanía y la independencia, la seguridad y la integridad territorial del Estado y servir al pueblo con lealtad”.
Entre los asistentes a la ceremonia se encontraban los ministros del Gobierno saliente, diputados y senadores, miembros del cuerpo diplomático, autoridades civiles, eclesiásticas y militares y otras personalidades.
“Considero mi deber y el sentido de mi vida hacer todo por Rusia, por su presente y futuro, de paz y progreso; por cuidar de nuestro gran pueblo y de su desarrollo, por el bienestar en cada familia rusa”, ha dicho Putin en un breve discurso tras la ceremonia de toma de posesión.
El jefe del Kremlin ha agradecido a la ciudadanía rusa su unidad y confianza en que “mucho puede cambiarse para mejor”.
“Y quiero otra vez decir gracias. Gracias por el nivel de apoyo sincero que ustedes, ciudadanos de Rusia, me brindaron en las elecciones presidenciales”, ha añadido.
“Un sólido soporte moral”
Según Putin, el respaldo popular que recibió en los comicios del 18 de marzo supone “un enorme capital político y sólido soporte moral”.
Este apoyo, agregó, “es importante para defender nuestras posiciones en la arena internacional y para acciones decisivas en aras de profundos cambios positivos en el país”.
“Hemos aprendido a defender nuestros intereses, hemos recuperado el orgullo por la patria, por nuestros valores tradicionales”, ha dicho.
El presidente ruso prometió garantizar “la seguridad y la capacidad defensiva del país”.