El coordinador y supervisor de la Central Termoeléctrica Punta Catalina (CTPC), Celso Marranzini, destacó ayer la importancia y valor estratégico de ese activo, expresada, por ejemplo, en el hecho de que genera el 27 % de la energía que necesita el país y está en línea siempre.
Ese aporte al que se refiere en la Entrevista Especial de elCaribe y CDN, ha contribuido a que en el país los apagones no sean ya una queja recurrente. Han quedado atrás. Informó que actualmente la CTPC le está devolviendo 15 millones dólares mensuales al Ministerio de Hacienda. “Quiere decir que realmente Punta Catalina está funcionando y es lo importante para nosotros”, indicó.
Marranzini fue designado en la coordinación de la termoeléctrica por la Comisión Liquidadora de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) un día después de que el presidente Luis Abinader ordenara enviar el proyecto de fideicomiso de esa planta, a lo interno del Consejo Económico y Social (CES).
Marranzini dejó claro que su interés en estos momentos es manejar Punta Catalina, hacer que produzca, que cobre y le reditúe al Estado.
Aseguró que las personas que regentean las dos unidades de la obra son un gran equipo. “Lo son, porque, sin menoscabo de los anteriores, somos mejores que ellos. Con toda la humildad del mundo, porque tenemos a George Reinoso, que es uno de los técnicos más acabados en el sector eléctrico, y tenemos a José Luis Actis, que es un gran economista, que planifica. Y yo aporto mi pequeña experiencia como gerente”, expresó.
Reinoso es director ejecutivo de la Comisión Liquidadora de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales y Actis es asesor de la CTPC.
Celso Marranzini sostuvo que en el país se ha querido hacer ver las dos plantas a carbón como lo peor que hay, sin que eso se corresponda con la realidad. Recordó que se está llevando una auditoría técnica y financiera de ellas, cuyo proceso está en manos del Ministerio de Energía y Minas. “La planta funciona y nosotros tenemos una oficina en Santo Domingo, donde está todo el personal directivo y gerencial y donde trabajamos todos los días. El equipo de planta está en Baní, (provincia Peravia), donde fue construida la obra”, explicó.
Cuando se le preguntó sobre los temores que tienen algunos sectores a los fideicomisos en República Dominicana –a pesar de que en otras naciones han servicio para encaminar el desarrollo- y cómo evitar que se piense en privatización, cuando se aborda el tema, su respuesta fue: “Yo no sé de dónde sale eso, porque aquí no hay ningún fideicomiso que haya privatizado nada”.
Indicó que el único fideicomiso público que existe es RDVial y no se ha vendido ninguna carretera. “Todo lo contrario, la carretera de Samaná, que tenía el famoso peaje sombra, está en manos de RDVial… Están los peajes, cobran los peajes, pero no se ha vendido carretera. Pero indudablemente este es un país de todólogos y aquí todo el mundo sabe de todo”.
Resaltó que falta instruir a la población, porque necesita información sobre ese tema de los fideicomisos. “Aquí también hay que dejar, porque todo el mundo opina; esa es la ventaja de la democracia”, apuntó.
Aclaró que, si bien se está discutiendo en el Senado y en el CES la cuestión del fideicomiso para Punta Catalina, ese no es un tema que corresponde al equipo que está coordinando la planta.
Informó que existe la obligatoriedad de convocar a una licitación para operación y mantenimiento, tan pronto se tenga la parte administrativa funcionando como tiene que ser, porque ha habido un cambio y hay que entender que esto (en referencia a la obra) ha salido de la CDEEE y del Ministerio de Energía y Minas, para pasar a lo que Celso Marranzini prefiere llamar “el gran Punta Catalina”.
Destacó que se necesita un tiempo para organizar todo eso y es lo que se ha estado haciendo. “La planta está funcionando maravillosamente bien, estamos cobrando. Aquí todas las plantas salen de mantenimiento y nadie pregunta por eso. Ahora, si Punta Catalina sale una hora por mantenimiento todo el mundo habla del mantenimiento de Punta Catalina”, dijo Marranzini.
Lo hizo respondiendo a una pregunta formulada. La entrevista fue realizada por Nelson Rodríguez, director de elCaribe; Alba Nely Familia, directora de CDN, Katherine Hernández, conductora de varios espacios de la planta televisiva, y el autor de este escrito (Martín Polanco).
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha complicado el tema de los combustibles para el mundo, especialmente porque de esos lados del mundo se produce parte importante de petróleo y gas. Se ha producido también un encarecimiento del carbón que se usa en Punta Catalina. “Usted tiene que tener siempre una canasta de combustible equilibrada y balanceada (…), aconsejó Marranzini, en referencia a la importancia de contar con varias fuentes de generación.
“Tenemos cerca de un treinta y dos por ciento, sumando Punta Catalina y las demás plantas de carbón, generando carbón. Indudablemente, si uno le dice a los medioambientalistas que va a aumentar la generación en carbón se arma todo un escándalo. Cuando se comenzó a construir Punta Catalina no había gas; había que hacerla (la planta) necesariamente de carbón”, expresó. Calculó que si fuera a realizarse una conversión de la planta a gas natural, habría que parar el 27 % de toda la generación del país.
Resaltó que la CTPC tiene tecnología de punta y que las emisiones al medioambiente son bajas. “Si usted suma la cantidad de plantas de emergencia que Punta Catalina ha sacado de operación, se ve la reducción de la huella de CO2. He dicho que tenemos que cambiar esa percepción mala sobre Punta Catalina.
La termoeléctrica tiene incluso una labor social en el entorno de la planta que tiene que realizar. Tiene que devolver a la comunidad. Todo entorno industrial causa un impacto, no importa el que sea; lo importante es que usted devuelve en empleos, en impuestos o en trabajo comunitario. Así hay que verlo”, indicó.
Cuando Celso Marranzini fue vicepresidente ejecutivo de la CDEEE se realizaron estudios de la demanda de electricidad y cómo debían instalarse plantas de generación del año 2010 a 2030.
Rememoró que Punta Catalina se vendió como la solución del problema eléctrico, cuando en realidad es una adición muy importante al sistema. Explicó que debió licitase otra planta de cerca de 800 megavatios en el año 2018, pero no se hizo.
Esa planta pudo perfectamente haberse hecho para generar con gas natural, porque para ese año, a diferencias de otros anteriores, ya había disponibilidad de gas.
Advirtió que actualmente hay un “equilibrio peligroso” entre oferta y demanda. Punta Catalina tiene alrededor de 300 empleados y un pago de nómina de unos 30 millones mensualmente.
Combate a la corrupción y separación de poderes
A la conversación con Marranzini, además del abordaje sobre Punta Catalina y los fideicomisos, entró otro tema de actualidad: El relacionado al combate contra la corrupción; una corrupción que en sus momentos ha permeado entidades y procesos del ramo eléctrico.
“Yo lo que creo es -no solo viendo el caso Antipulpo- que la persecución a la corrupción es interesante porque no solo ha sido de gobiernos anteriores, sino que este mismo gobierno ha cancelado cerca de veinte funcionarios”, dijo. Y para aquellas personas que se quejan de que esas personas destituidas no son llevadas a la justicia, aclaró que eso no es algo que le corresponde al Poder Ejecutivo. “Hay una independencia entre el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo. Lo que el Poder Judicial tiene es que accionar también con los que han sido cancelados de este gobierno. El que maneja recursos debe ser pulcro”, planteó.
Consumo y abasto
Con la generación a plena capacidad, como está Punta Catalina, necesita tres embarques de carbón por mes. Cada embarque es de sesenta mil toneladas”.