El expresidente del Gobierno catalán Carles Puigdemont aseguró que está “preparado” para ser extraditado a España y que es consciente de que tanto él como los cuatro exconsejeros de su Ejecutivo huidos a Bélgica pueden “acabar en prisiones españolas”.
“En ningún momento hemos eludido ninguna responsabilidad”, dijo en una entrevista a la emisora Catalunya Radio desde Bélgica, en la que resaltó que acudieron “voluntariamente ante la justicia belga” tras la euroorden de detención dictada por la Justicia española.
El 30 de octubre se conoció que Puigdemont y cuatro miembros de su antiguo Gobierno estaban Bélgica, horas después de que el fiscal general del Estado español, José Manuel Maza, anunciara una querella contra ellos por rebelión, sedición y malversación.
Según el expresidente catalán, su estancia en Bélgica responde a una estrategia de “internacionalizar al máximo lo que está pasando” en Cataluña, una causa que -a su juicio- es “de derechos humanos y de democracia” y que “abre unos focos que ayudan a los compañeros encarcelados en España”.
“Se trata de poder administrar de la mejor manera posible la defensa de nuestros derechos, no los individuales, sino del Gobierno de Cataluña”, consideró Puigdemont, quien entiende que “si disponemos de unos días o unas semanas para poder hacer lo que estamos haciendo, lo debemos de aprovechar”.
“Todo esto acabará en los tribunales internacionales, acudiremos a ellos, llegaremos hasta el final y el Estado español pasará vergüenza”, auguró el expresidente catalán, quien resaltó: “hemos venido al corazón de Europa, nos hemos dirigido al mundo, y el mundo escucha”.
El político catalán explicó también que si su gobierno no implementó la declaración de independencia y no hizo efectiva la proclamación de la autodenominada “república catalana” fue debido al temor a que la respuesta del Estado provocara “una oleada durísima de violencia”.
El problema de fondo es que hay “un Estado que sabe que sólo puede ganar si es fuera de la democracia, porque a través de la democracia nosotros hemos ganado siempre”, consideró.
El expresidente catalán reclamó asimismo la necesidad de una lista única del independentismo catalán para ganar las elecciones regionales del 21 de diciembre a fin de rechazar la aplicación del artículo 155 de la Constitución, por el que fue destituido tanto él como su Gobierno por el Ejecutivo de Madrid.
Solo así, dijo, se podrá “recuperar la democracia”.
El Ejecutivo español, presidido por Mariano Rajoy, decidió aplicar ese artículo constitucional, por el que cesó a Puigdemont y a todo su Gobierno, limitó las funciones del Parlamento catalán y convocó elecciones regionales, con el objetivo de frenar el proceso secesionista catalán.