WASHINGTON. El Gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, pidió hoy a la Casa Blanca y al Congreso estadounidense más de 94.000 millones de dólares en asistencia para “reparar y reconstruir” la isla tras los devastadores huracanes Irma y María.
“El número es grande porque es una catástrofe grande, es posiblemente la más grande en la historia de Puerto Rico, toda la isla fue devastada”, indicó Rosselló en respuesta a una pregunta de Efe en una conferencia de prensa en la sede de la Asociación Nacional de Gobernadores (NGA) en Washington.
“El número es alto pero si lo comparamos con el reporte que hizo Texas (tras Harvey) están en una orden de magnitud similar, aunque los daños de esta tormenta han sido mucho mayores; aunque el número (de ayuda que pide) es grande, todavía es un número conservador”, agregó, al precisar que el informe de evaluación de daños que hoy ha enviado a la Casa Blanca y al Congreso es “preliminar”.
La Gobernación de Puerto Rico, tras un trabajo “diligente” de inventario de daños, ha determinado que estos superan los 94.000 millones de dólares y, por tanto, piden este monto a la Casa Blanca y al Congreso, repartido para las distintas áreas afectadas.
Se trata, entre otras, de “vivienda, energía eléctrica, agricultura, infraestructuras, servicios sociales, sanidad y educación”, enumeró Rosselló.
Todo ello lo ha especificado en un documento enviado a la Casa Blanca y al Congreso que ha sido elaborado por las agencias de su Gobernación en colaboración con la Fundación Ford, el estado de Nueva York y diferentes universidades.
“Este es un paso clave hacia adelante, no solo queremos reconstruir a como estaba antes (de los huracanes) sino que queremos una isla más fuerte y mucho más resiliente”, dijo, para subrayar que se compromete a que “este sea el esfuerzo de recuperación más transparente de la historia de Estados Unidos”.
Aunque agradeció a la Casa Blanca y al Congreso que hayan “adoptado medidas” tras los devastadores huracanes, Rosselló denunció que a los puertorriqueños se les trata peor que al resto de ciudadanos estadounidenses y pidió poner fin a esta desigualdad.
“Históricamente hemos sido tratados de manera desigual, no hay duda sobre eso, y no es solo numérico, también de participación democrática, no tenemos representación con voto en el Congreso, ni voto en las presidenciales”, recordó.