PARÍS (Reuters) – La violenta agresión a un joven militante de izquierda en París, atribuida por las autoridades a una esfera de influencia ligada a la extrema derecha, reactivó el jueves el debate sobre la prohibición de los grupúsculos ultranacionalistas franceses.
El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, ha anunciado en el Senado que los presuntos autores de la agresión habían sido detenidos.
Se trata de tres hombres y una mujer, entre los que se encuentra el presunto autor del golpe fatal, según precisó una fuente policial.
Clément Méric, un joven estudiante de 19 años de Ciencias Políticas en París y miembro del sindicato Solidaires, se encontraba el jueves en estado de muerte cerebral tras un altercado que se produjo el miércoles con unos ‘cabezas rapadas’ cerca de la estación Saint-Lazare en París.
“Este joven era un militante de izquierda comprometido y el grupo en cuestión es de una esfera vinculada a la extrema derecha, algo que parece obvio”, declaró el ministro del Interior, Manuel Valls, quien visitó el lugar de los hechos.
“Un grupo de extrema derecha está en el corazón de este asesinato”, añadió, sin precisar si se trataba de las Juventudes Nacionalistas Revolucionarias (JNR).
“La trivialización de las palabras y del odio promueven el debate público e Internet el hecho de pasar a los actos. Debemos hacer lo posible para erradicar estos mensajes de odio y sancionarlos, no puede haber trivialización”, agregó.
Denunciando un acto atroz, François Hollande condenó con “la mayor firmeza” la agresión en un comunicado.
A su llegada a Tokio para realizar una visita gubernamental, el jefe del Estado confirmó “la motivación política” de la agresión.
“Conviene ver si estos individuos pertenecen a un grupo, si era un grupo político organizado, estructurado. Si fuera el caso, si las conclusiones van en ese sentido, entonces habría que tomar medidas”, dijo en Tokio a los periodistas que le preguntaron si los grupos de extrema derecha deberían disolverse.
El jueves a mediodía se celebró una reunión delante de la facultad de Ciencias Políticas en París y está prevista otra para las 18.30 h en la plaza de Saint-Michel convocada por el Partido de Izquierda, el Partido Comunista y la Unión Nacional de Estudiantes de Francia, principalmente.
“ELIMINAR” LOS GRUPOS FASCISTAS
El Partido Socialista (PS) y el Partido Comunista Francés (PCF) ha pedido la disolución de los grupos de extrema derecha durante los últimos meses mientras que Jean-Marc Ayrault recordó en el Senado haber pedido a los ministros del Interior y Justicia estudiar esta cuestión.
Se trata, dijo, “de terminar, de alguna manera, de forma democrática, sobre la base de Derecho, con estos movimientos de inspiración fascistas y neonazis que no hacen justicia a la República”.
El líder de las JNR, Serge Ayoub, ha desmentido la implicación de su grupo y ha acusado a los militantes de extrema derecha de ser el origen del altercado.
“Es absolutamente falso, en ningún caso estuvieron implicados en esta desgracia miembros de las Juventudes Nacionalistas Revolucionarias”, dijo a France Info.
El Frente Nacional ha rechazado la confusión entre los agresores y su partido, mientras que su presidenta, Marine Le Pen, denunció un acto “espantoso”.
“Estos actos son inadmisibles, el Frente Nacional no ha tenido nada que ver ni de lejos con esta agresión”, dijo a RTL.
Marine Le Pen no ha descartado la posible disolución de los grupúsculos de extrema derecha.
“Si se demuestra que estas agrupaciones dan instrucciones violentas a sus miembros, entonces sí se puede considerar la medida”, dijo.
Manuel Valls se abstuvo de establecer un vínculo entre la agresión y las acciones violentas realizadas por ciertos opositores al matrimonio homosexual.
“No me fío de las amalgamas, hago un llamamiento a la unión y a la serenidad”, dijo.