Jarabacoa. Ante las pérdidas millonarias por la presencia de la mosca del Mediterráneo, productores agrupados en el clúster de invernaderos protestaron vaciando sus cosechas de ajíes y tomates en las calles.Los manifestantes se concentraron frente al deteriorado local del Ministerio de Agricultura. Rómulo Abreu Jerez, presidente del clúster, aseguró que por la falta de salida de los productos, las pérdidas superan los 50 millones de pesos. Dijo que mensualmente los cien integrantes de la entidad producen 300 mil libras de ajíes (pimientos) y tomates en unos 300 mil metros cuadrados. Mientras los cosecheros lanzaban a las calles su producción, los ciudadanos acudían con fundas y cajas para recogerlos. “Cada mes podríamos perder entre 30 y 40 millones de pesos, de continuar la situación”, apuntó Abreu Jerez.
Poco respaldo
Carlos Echevarría, uno de los productores, lamentó el poco respaldo recibido por el ministro de Agricultura. “Solo estamos solicitando la mano amiga del Gobierno para darle respuesta a esta problemática”, adujo Echevarría. De su lado, el productor Ramón Ureña, planteó la creación de un fondo especial que permita vender los productos en los mercados nacionales y que le pueda llegar a la población a bajo costo. Los dueños de invernaderos, niegan que en esa zona se registraran caso de la mosca del Mediterráneo.
“Nosotros vemos cómo muchas veces se invierten millones de dólares en carreteras del este y para nosotros que producimos los alimentos de la población no aparece un centavo”, indicó Ureña. A los productores de ajíes y tomates se sumaron los de pepinos. Dicen que en los actuales momentos, lo que producen se pudiera dañar en sus invernaderos, debido a que nadie los quiere porque el mercado está en sobre producción al no poder exportar.
Productores piden que el Gobierno intervenga
Los productores dijeron que pagar un flete para vender ellos mismos sus productos les resulta una doble pérdida, pues con lo que ofrecen por sus mercancías no daría ni para pagar los fletes. A los propietarios de invernaderos se sumaron los trabajadores, quienes ven en peligro sus empleos. También los productores de Constanza han comenzado a quejarse de la situación.
