NUEVA YORK (AP) — Un abogado fue sentenciado a cinco años de prisión por idear un fraude gigantesco con el que decenas de miles de personas que viven en Estados Unidos sin documentos migratorios fueron engañados con la promesa de obtener la ciudadanía.
Earl Seth David, de 49 años, huyó a Canadá en 2006 y su despacho de abogados cerró en 2009. Los fiscales dijeron que él siguió con los fraudes desde Canadá, con ganancias ilícitas que le llegaban a través de una cuenta bancaria a nombre de un tratado bíblico que él escribió y tituló “Código del corazón”.
Fue extraditado a Estados Unidos desde Canadá el año pasado para enfrentar cargos de haber procesado miles de solicitudes migratorias falsas y de ganar millones de dólares en honorarios. El abogado se declaró culpable hace un año de un cargo de asociación delictuosa para cometer fraude migratorio y de otro para cometer fraude por correo.
La jueza federal de distrito Naomi Reice Buchwald lo sentenció el miércoles.
Los fiscales dijeron que David cobraba hasta 30.000 dólares por cliente para dar falsos patrocinios laborales y documentos simulados que incluían talones falsificados de pago, devoluciones fiscales falsas y cartas de experiencia apócrifas con el propósito de demostrar que los patrocinios eran reales.
Antes de ser sentenciado, Martin lloró mientras se disculpaba por sus delitos.
“Estoy avergonzado, apenado y afligido por violar la ley”, dijo a la jueza, quien rechazó su aseveración de que el abogado unía familias y dijo que era una “tontería descarada”.
El fiscal federal Preet Bharara dijo que David es el 12vo demandado que es acusado por un fraude que se extiende de 1996 hasta comienzos de 2009.
El gobierno informó que ha identificado por lo menos 25.000 solicitudes migratorias entregadas por la firma de Davis y se cree que la extensa mayoría contiene información falsa, fraudulenta y ficticia.
Agregó que David y sus empleados reclutaron a decenas de personas para ayudarle, diciéndoles que estaban patrocinando a inmigrantes. Como parte de su sentencia, se le ordenó pagar 2,5 millones de dólares.