GINEBRA, 1 Feb 2016 (AFP) – Naciones Unidas se esforzaba este domingo en allanar el camino en las negociaciones entre el régimen y la oposición de Siria, donde el grupo Estado Islámico (EI) mató a unas 70 personas en un atentado cerca de Damasco.
La presión por el inicio de las negociaciones, comprometidas por duros cruces de acusaciones, se acentuó cuando el secretario de Estado norteamericano John Kerry instó a las partes a “aprovechar la ocasión” para poner fin a un conflicto que desde marzo de 2011 dejó 260.000 muertos y millones de desplazados.
Kerry urgió además al régimen de Bashar al Asad a permitir la entrada de ayuda humanitaria en las ciudades asediadas por sus tropas.
El delegado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, anunció que el lunes se reunirá por separado con los representantes del gobierno y de la oposición.
De Mistura espera llevar a ambas partes a mantener esos contactos durante seis meses, plazo impuesto por Naciones Unidas para abrir un proceso de transición que concluiría con elecciones a mediados de 2017.
El delegado de la ONU se declaró “optimista”, pese a las críticas que se intercambiaron los beligerantes apenas llegaron a Ginebra.
El embajador sirio ante Naciones Unidas, Bashar al Jaafari, quien encabeza la delegación del régimen, dijo que Damasco quiere “poner fin al baño de sangre”, pero considera que la oposición no está siendo “seria”.
El principal grupo opositor, que vaciló durante días antes de aceptar participar en las negociaciones, afirmó que no se unirá formalmente a las conversaciones a menos que se levanten los sitios de varias ciudades, se detengan los bombardeos contra civiles y se libere a prisioneros.
“Vinimos a Ginebra únicamente después de que se firmaran compromisos escritos de que habrá progresos en los temas humanitarios”, dijo Basma Kodmani, portavoz del Alto Comité de Negociaciones (ACN, oposición), para quien no habrá “negociaciones políticas” si no se cumplen sus demandas.