SANTO DOMINGO (R. Dominicana)EFE.- El presidente Danilo Medina, cumplirá mañana cien días en el poder empeñado en marcar un cambio de estilo en la tarea de gobernar, misión que se ha visto ensombrecida durante las últimas semanas por las protestas en las calles contra la gestión de su antecesor, Leonel Fernández.
Medina, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD, liberal) venció en las elecciones presidenciales del 20 de mayo con el 51,21 % de los votos al exgobernante Hipólito Mejía (2000-2004), del socialdemócrata Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quien obtuvo el 46,95 %.
Las primeras decisiones adoptadas por el nuevo gobernante son vistas por sus afines como coherentes con su compromiso político, pero sus críticos le reprochan que no ha pasado de las buenas intenciones y que no ha atacado la corrupción, por lo que creen necesarios cambios mucho más profundos.
Mientras el nuevo mandatario desplegaba esas primeras acciones de Gobierno, sectores de la sociedad exigían en la calle responsabilidad a Fernández y a su equipo de Gobierno por el déficit que arrastra el país, calculado en unos 187.000 millones de pesos (unos 4.675 millones de dólares) e incluso para reclamar la actuación de la justicia contra ellos.
Ante ese elevado déficit el mandatario impulsó una reforma fiscal, ya aprobada, que desencadenó un rechazo frontal en sectores sociales por la subida de precios que supondrá.
El comentarista político Julio Martínez Pozo, vinculado al presidente Medina, considera que el endeudamiento generado en los gobiernos de Fernández para financiar las grandes infraestructuras, unido al compromiso de Medina de destinar el 4 % del producto interno bruto (PIB) a la educación, fue lo que obligó al actual mandatario a introducir la reforma fiscal.
Destacó que las protestas que ha desatado esta reforma “no se han focalizado en el presidente Medina, sino que el énfasis crítico ha estado en la gestión del doctor Leonel Fernández”.
“El presidente Medina se ha focalizado en su programa, en sus prioridades y está tomando las medidas a las que se comprometió”, dijo a Efe el comentarista y productor de televisión, quien subrayó el “cambio en el estilo de gobernar” que ha impuesto el actual jefe del Estado.
Entre esas medidas mencionó el código ético suscrito por los miembros del Gobierno, la drástica reducción del número de viceministros (recordó que antes había departamentos con hasta 40 y ahora ninguno pasa de seis) y la centralización de la compra de medicamentos, que supondrá un ahorro de hasta el 30 % para el Estado.
También mencionó la creación de una ventanilla única de inversión que agilizará trámites burocráticos, la puesta en marcha de un programa que permitirá a 1.800 familias con viviendas en terrenos del Estado adquirir los solares y poder acceder a crédito y un plan que permitirá sacar del analfabetismo a unos 800.000 dominicanos.
Este conjunto de políticas, con todo, no pasan de ser medidas “cosméticas”, manifestó el periodista Ramón Colombo, quien escribe para varios periódicos del país y quien opinó que el nuevo Gobierno “no ha respondido a las expectativas de la sociedad”.
“Las decisiones fundamentales tienen que tocar la corrupción, que ha sido escandalosa, tienen que tocar la impunidad, todo lo que tiene que ver con la seguridad pública, que alcanza categoría de primera preocupación ciudadana”, declaró el comunicador a Efe.
Colombo considera que antes de abandonar el poder, Leonel Fernández armó un verdadero “blindaje” que le otorga el control de los tres poderes del Estado y que, por ende, “arrastra incluso al presidente de la República”, de quien dijo que “o no tiene capacidad de decisión” o tiene “temor” al dominio de las estructuras del Estado de su predecesor.
Recordó que la esposa de Fernández, Margarita Cedeño, es la vicepresidenta del país, que el Consejo del Poder Judicial está compuesto por “gente de su confianza” designada en un proceso “muy amañado” y que este control alcanza incluso a la Cámara de Cuentas, al Tribunal Constitucional y a la Suprema Corte de Justicia, cuyo presidente, Mariano Germán, es “su abogado” y dirigente del PLD.
El presidente, sin embargo, tiene la oportunidad de “asumir su soberanía”, porque “el movimiento social está reclamando” que gobierne y tiene que tomar “una decisión para salvarse él y salvar este país”, opinó Colombo, quien estimó que las tensiones pueden aumentar en enero, cuando entre en vigencia la reforma fiscal, si no se actúa contra los responsables de la actual situación económica. EFE