La comunidad internacional ha expresado su preocupación por el cambio de ‘statu quo’ de Jerusalén, horas antes del anuncio que hará el presidente de EEUU, Donald Trump, sobre el reconocimiento de la ciudad santa como capital de Israel y el traslado hasta allí de la embajada estadounidense.
Si Trump cumple este anuncio, previsto para las 13.00 hora local en la costa este (18.00 GMT), EEUU se convertirá en el primer y único país del mundo que reconoce como capital de Israel a Jerusalén, cuyo sector Este ocupó en la guerra de 1967 y se anexionó en 1980, contraviniendo la legalidad internacional y donde los palestinos aspiran a establecer la sede de su futuro Estado.
Además, echaría por tierra cualquier perspectiva de un proceso de paz con Washington de mediador y la solución de los dos Estados.
Jordania, a petición de Palestina, solicitó la convocatoria de una reunión de emergencia de la Liga Árabe para el sábado apenas horas después de que Trump comunicara ayer la intención de trasladar de Tel Aviv a Jerusalén la embajada estadounidense.
Mientras, el Gobierno de Turquía también ha convocado para el próximo miércoles en Estambul una cumbre de la Organización de la Cooperación Islámica (OCI) e invitado a la administración Trump a retroceder de inmediato en “este inmenso error, que eliminaría el ahora frágil proceso de paz en Oriente Medio”.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogán, ha advertido además de que su país considera romper sus relaciones diplomáticas con Israel.
El papa Francisco hizo un llamamiento para que “se realicen todos los esfuerzos para respetar el ‘status quo’ de la ciudad, conforme a las resoluciones de la ONU.
“No puedo callar mi profunda preocupación por la situación que se ha creado en los últimos días”, expresó Francisco en el Vaticano, en una declaración en la que no citó directamente el anuncio de Trump.
El pontífice recordó que “Jerusalén es una ciudad única, sagrada para los hebreos, cristianos y musulmanes” y rogó porque “prevalezca la prudencia y evitar que se añadan nuevos elementos de tensión en un panorama mundial ya marcado por tantos y crueles conflictos”.
China manifestó por medio de un portavoz de Exteriores que “la cuestión de Jerusalén es muy complicada y delicada, y las partes implicadas deberían tener en cuenta la paz de la región”, evitando causar “nuevas confrontaciones”.
China “siempre” ha apoyado y promovido el proceso de paz en Oriente Medio y respaldado la “causa justa” del pueblo palestino y su derecho a tener un estado independiente basado en las fronteras de 1967 y con Jerusalén Este como capital, recordó el portavoz.
El Kremlin estimó “prematuro” hablar de las consecuencias del posible traslado, aunque mostró su preocupación.
“No nos gusta hablar de decisiones que todavía no han tenido lugar”, dijo hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
También el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que los miembros de la Alianza respaldan una solución “pacífica” y “negociada”, y añadió que Trump no ha pronunciado aún su discurso, por lo que “es un poco pronto para comentarlo”.