Un equipo de cirujanos del Hospital General de Massachusetts anunciaron ayer el primer trasplante exitoso de pene en Estados Unidos, lo que abre la puerta a la esperanza de pacientes con problemas similares o veteranos con heridas de guerra por explosión.
“Hoy se inicia un capítulo en mi vida lleno de esperanza para mí y para otros que han sufrido heridas genitales, particularmente para miembros de las Fuerzas Armadas que ponen su vida en riesgo y sufren este tipo de daños”, señaló ayer en un escueto comunicado el paciente objeto del trasplante, Thomas Manning, un hombre de 64 años que había perdido el órgano por un cáncer.
La operación, anunciada ayer por los médicos, se realizó a principios de la semana pasada y fueron necesarias 15 horas de intervención para reconstruir el órgano, procedente de un donante fallecido.
Esta es la primera vez que se realiza una operación de estas características en Estados Unidos, y la segunda a nivel mundial tras una intervención similar en 2014 en Sudáfrica, que resultó exitosa y ha permitido al paciente recuperar todas las funciones normales.
Los líderes de esta compleja operación, el urólogo Dickens Ko y el cirujano plástico Curtis Cetrulo, indicaron hoy en rueda de prensa que lo más complicado fue reconstruir y unir todo el complejo sistema vascular del pene.