Investir a un nuevo presidente es siempre un día a escribir en la historia de Norteamérica. Y hoy es cuando Donald Trump asistirá a su ceremonia de investidura como el nuevo presidente de los Estados Unidos en una legislatura de 4 años. Sin entrar a cuestionar cómo este racista, xenófobo y turbio hombre de negocios ha conseguido llegar al puesto más alto del país -una historia digna de una novela de espías a lo John Le Carré con hackers rusos y ecos de la Guerra Fría-, aprovechamos el evento de hoy para indagar en una duda como es la imposibilidad que tiene el hombre más poderoso del planeta a la hora de elegir su smartphone.
¿Por qué los presidentes americanos no pueden usar su propio móvil?
La imagen de Barack Obama con un teléfono Blackberry se ha convertido en icónica. Y de hecho el ya ex-presidente Nº 44 de los USA, fan confeso de la otrora gran marca de móviles, tuvo que cargar durante años con el mismo modelo sin poder cambiarlo, mientras su mujer y sus hijas sí podían usar iPhones más modernos. ¿A qué se debía esto? Como leemos en este artículo de MovilZona que indaga en este motivo, Obama explicaba que “no puedo tener un iPhone por razones de seguridad”. Y es que cuando se ocupa el sillón del despacho oval, cuando ya eres oficialmente el presidente de una de las naciones más poderosas e influyentes del mundo, literalmente tu libertad y tus acciones deben regirse por el código y protocolos que la NSA, la Agencia Nacional de Seguridad de los EEUU, te impone.
Cualquier asunto, conversación y simples mensajes y correos que el presidente envíe o trate desde su móvil, tablet, portátil, etc pasan a ser cuestiones de seguridad nacional. En 2009 el mismo Obama no quería otro teléfono más que su fiel Blackberry 8830 plateada. Y el servicio secreto se lo concedió tras blindarla y convertirla en el dispositivo de comunicación más seguro del país. Las llamadas, tanto entrantes como salientes, deben estar restringidas y controladas, y el presidente de los EEUU no puede ir por ahí con un terminal que pueda ser usado para grabar sus conversaciones o mensajes privados.
Tecnológicamente capado
Esto excluye del catálogo a la gran mayoría de terminales Android y también iPhones, y también aquellos wearables como relojes inteligentes, excepto modelos muy únicos como el Fibit Surge, dispositivo autónomo que no necesita estar conectado a un móvil. Como prueba fehaciente de esto, en una entrevista al conocido programa de Jimmy Fallon, el ex-presidente relató la anécdota de cuando el servicio secreto le dio su nuevo móvil, un Samsung Galaxy S4 preparado para la red SIPRNet de nivel de seguridad militar, diciendo de él que “este es un gran móvil [señor presidente], lo mejor de lo mejor, lo más avanzado. Pero no saca fotos, no puede enviar mensajes, las llamadas no funcionan y no puede reproducir música en él”. Imaginad la cara de Obama ante esto, básicamente un móvil actual sólo que tecnológicamente capado como si fuera de 2003. Y encima sin llamadas.
Con los smartphones cada vez más potentes y también cada vez más pirateables, la NSA imagina todo tipo de escenarios posibles en los que el uso de un móvil pueda afectar a la seguridad del presidente -algunos motivados por el propio Obama, que no dudó en romper a veces el protocolo usando un iPhone y un MacBook que seguro pusieron de los nervios a su servicio secreto.
Y ahora que hay un nuevo presidente electo en ciernes -otra cosa es lo que durará, como gente tan influencer como el mediático Michael Moore se pregunta en las redes-, la NSA debe ponerse manos a la obra. Cosa complicada, porque si por algo es conocido Donald Trump es por no callarse nunca su opinión y usar su cuenta de Twitter muy a menudo, demostrando cómo las redes sociales son una herramienta política más efectiva que los mítines públicos.
¿Android o iOS, señor Trump?
Esta pregunta, que la web de MovilZona se hace y responde aquí, es la que se están haciendo muchos usuarios entre expertos en seguridad, inversores y presidentes de compañías de móviles (¿Sabéis el boom que experimentó Blackberry cuando Obama la usaba?) y curiosos por doquier. En pleno 2017 Trump no puede ir con una Blackberry como Obama, los Windows Phone han pasado a mejor gloria y por tanto la elección es obvia: ¿Android o iOS? Dadas las críticas vertidas hacia Apple, parece complicado que el multimillonario ultraconservador vaya a elegir un iPhone, por lo que nos deja la opción de Android. Y según un artículo de octubre de 2016 del New York Times, Trump usaba hasta la fecha un Samsung Galaxy del que se ha tenido que deshacer.
Según las fuentes consultadas, el ‘viejo’ Samsung Galaxy S4 podría ser el móvil que la NSA ha blindado para que Trump lo use durante su mandato, un smartphone en toda regla y de los más vendidos de la historia. Pero uno con varios años de antigüedad que no sabemos cómo le sentará usarlo a una persona que siempre ha tenido el suficiente poder adquisitivo para tener lo más nuevo del mercado. ¿Se acostumbrará a estar tecnológicamente desfasado? ¿Se saltará los protocolos y pillará un Galaxy S8 en cuanto esté a la venta? ¿Seguirá incendiando Twitter ahora que todo lo que diga está considerado como seguridad nacional? ¿Abusará de esas ventajas y privilegios que ADSLZone Lab enumera y explica como el botón del pánico o el Air Force One ? El tiempo dirá.