Joaquín “El Chapo” Guzmán está preso en una cárcel de máxima seguridad de Nueva York. Aún en esa prisión especial, con el ex líder del cártel de Sinaloa se toman medidas aún más extremas. Una de ellas, dada a conocer por su abogado, Eduardo Balarezo, parece increíble.
“El Chapo” fue detenido y extraditado a los Estados Unidos el 19 de enero pasado, acusado de 17 delitos, entre ellos, narcotráfico, lavado de dinero y uso ilegal de armas.
Desde entonces, permanece alojado en el Centro Correccional Metropolitano. Allí vive en la sección más aislada, la 10 south, en una celda de de 6 por 3,5 metros en la que solo dispone de una cama, una silla, una mesa, un inodoro y un lavabo. Las únicas personas que ve son los guardias que le llevan la comida y sus abogados.
La semana pasada, la Justicia aceptó el pedido de su defensa para que se le realice un examen psicológico ante su “deterioro mental”. Según su abogado, Guzmán se ha quejado de sufrir alucinaciones auditivas, de sentirse perseguido y de depresión, así como de padecer numerosos problemas físicos.
Pero Balarezo contó algo más de las condiciones de reclusión de su defendido que fue sorprendente: “No le han dado ni una Biblia porque podría tener algún mensaje secreto”, explicó a los periodistas, según contó Newsweek. “Es estúpido. La biblia fue ordenada a través de Amazon. No se lo que están buscando”, se quejó. Al Chapo también le prohibieron tener un diccionario y recibir cartas de sus familiares por el mismo temor a que incluyan mensajes ocultos.
Guzmán escapó dos veces de prisiones de máxima seguridad en México. La primera, se escondió en un camión de lavandería. La segunda, se escabulló por un túnel debajo de una bañera. Las autoridades penitenciarias de Nueva York redoblan las medidas para que no haya una tercera, antes del comienzo del juicio el año próximo.