Nueva York.- Una patrulla mixta (un hombre y una mujer) de la Policía de la Autoridad de Viviendas en Brooklyn mató de siete balazos el sábado al dominicano Erickson Gómez Brito, quien, según la jefatura, habría arrebatado la macana a uno de los oficiales y los agredió a golpes con el instrumento, por lo que respondieron asesinándolo en el vestíbulo de un edificio en un proyecto de viviendas públicas.
Testigos dijeron que escucharon unos nueve disparos y el dominicano de 21 años de edad, fue impactado con siete tiros en distintas partes del cuerpo.
El incidente se produjo después de la 1:30 de la tarde.
En la patrulla estaba la oficial dominicana Jennifer García, asignada a la Zona 2 de la Policía de viviendas y quien junto a su compañero Andris Bisogño, respondieron a una llamada al 911, reportando un hombre sospechoso en el edificio.
La Policía dijo que cuando ambos oficiales se acercaron a Gómez Brito para pedirle la identificación, porque no vivía en el proyecto, éste supuestamente les fue encima, le arrebató la macana o bastón de metal y comenzó a golpearlos a ambos en las cabezas. Fueron transportados al hospital, donde fueron curados y se encuentran en condición estable.
Bisogño sufrió una herida en la cabeza que requirió varias suturas para cerrarla, dijo la Policía, mientras que García sufrió contusiones, también, en la cabeza y fue sometida a una tomografía computarizada.
James Secreto, jefe de la Policía de viviendas, dijo ayer domingo en una conferencia de prensa, que los patrulleros reaccionaron en defensa propia, pero los padres del joven muerto, Osiris Gómez y Victoria Brito, negaron que su hijo fuera violento, aunque admitieron que en el pasado tuvo problemas de depresión, que ya había superado.
Explicaron a medios locales que la víctima estaba visitando una tía que reside en el edificio, escena de la tragedia.
“No fue un perro que mataron, mi hijo no estaba en drogas, pandillas ni delincuencia, queremos una investigación exhaustiva para que se aclare esta muerte”, dijo ahogada por el llanto la madre.
El señor Brito indicó que “darle siete balazos a una persona y especialmente a su hijo que estaba desarmado, demuestra la falta de entrenamiento de los policías de Nueva York para lidiar con estos casos”.
Dijo que los agentes, en vez de usar la pistola eléctrica Taser o el bastón para dominarlo, prefirieron matarlo “porque en eso es que ellos están entrenados, en matar gentes”.
El padre de la víctima precisó que la muerte de su hijo fue “injustificada” y que no tenía problemas con la ley.
Al admitir que Erickson sufría de depresión y estuvo bajo medicamentos, aclaró que superó la crisis. “Él sufrió de depresión en tiempos atrás, pero ahora él estaba bien y tranquilo”.