La jefatura de la Policía Nacional rechazó ayer, en una declaración emitida a través de su portavoz, el coronel Jacobo Mateo Moquete, que en esa institución haya degradación moral, como expusieron ayer exjefes militares, quienes reaccionaron preocupados por el clamor social ante el peligro que sufre el país frente a esa realidad y por el auge de la delincuencia.
“De ninguna manera, en la Policía Nacional como en muchas instituciones ocurren hechos que son de manera independiente por cada persona, de manera particular, la gran diferencia con la Policía Nacional, es que el mayor general Manuel Castro Castillo no tapa hechos delictivos de sus subalternos”, apuntó.
No obstante, el vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia, Servio Tulio Castaños, respaldó las declaraciones del grupo de exjefes militares, que conforman el Círculo Delta, tras argumentar que la degradación moral es un problema que también percibe la sociedad, que visualiza que la institución encargada de mantener el orden público y la seguridad ciudadana se encuentra diluida.
A su entender esto se debe principalmente, a que no existe una verdadera carrera policial, la condición inhumana en que trabajan los policías, con salarios de miseria, privaciones de seguridad social, entre otras precariedades.
“Lo que provoca que tantas personas que pertenecen a la Policía terminan siendo parte de redes criminales”, asintió. Castaños considera que es el mejor momento para que frente a todos los reclamos sociales, la clase política concluya con todos esos procesos de reforma.
“Ya el ciudadano dominicano no tiene un interés dadas las condiciones en que se trabaja en esa institución, lo que debe llamar la atención no solo de la sociedad dominicana, sino también de la clase política, quien ha sido la responsable de que esa institución haya llegado a esos niveles”.
El jurista admitió que en ciertos aspectos no ha faltado resistencia de parte de la Policía Nacional para asumir la reforma, aunque sostuvo que es una reacción normal de todas las instituciones que viven estos procesos de cambio.
Manifestó que como parte de la reforma policial se han separado de las finas de la institución más de 3,000 agentes, pero todavía es pertinente ese impulso político, que debe producirse en el Congreso Nacional.
Los exjefes militares y la Policía se refirieron a la situación del cuerpo policial a través del Círculo Delta, un ente cívico constituido por excomandantes castrenses y de la Policía, preocupados por “el peligro que representa para la sociedad, la salud y la estabilidad del sistema democrático la preocupante degradación moral que se percibe en las filas de los cuerpos militares y organismos de seguridad pública”.