Las autoridades de Charlotte, en Carolina del Norte (EE.UU.), aseguraron ayer que el hombre negro Keith Lamont Scott, muerto a tiros este martes por un agente local, estaba armado y pidieron calma tras los graves disturbios de la pasada noche, en los que más de 15 policías fueron heridos.
El responsable de la Policía de Charlotte-Meckenburg, Kerr Putney, aseguró en una conferencia de prensa junto a la alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, que los agentes pidieron a Scott que arrojara el arma con la que salió de un vehículo.
Sin embargo, no pudo precisar si la víctima, de 43 años, apuntaba a los agentes momentos antes de ser abatido.
El jefe de la Policía explicó que el agente que disparó, Brentley Vinson, no llevaba una cámara personal instalada en su uniforme, pero sí lo hacían otros agentes que se encontraban en el lugar de los hechos.