Al parecer solo Dios detendrá al padre Nino Ramos, ya que por quinta ocasión ocupó calles y avenidas principales de Santiago para seguir demandando arreglos de las vías de la cordillera septentrional.
Cientos de campesinos acompañan con pancartas en manos cada martes al religioso, que junto a él piden al gobierno la intervención de las vías para vivir en mejores condiciones.
El inicio de la marcha comenzó en la autopista Juan Pablo Duarte desde el Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS) hacia el Monumento a los Héroes de la Restauración.