Este centro cultural y escuela de artes de nuestra provincia y del país pese a su dificultades que ha tenido en los últimos tiempos mantiene su misma línea y cobertura de proyectar y educar para el futuro a nuestra población, como lo soñó el maestro Cándido Bidó, siempre pensando en dejarles a su pueblo un gran legado.
Ser una institución líder en el fomento de los mejores valores del arte y la cultura dominicana contribuyendo al pleno desarrollo cultural y artístico de la Nación para de esa manera garantizar una mayor difusión en el mundo fue el sueño del excelso y afable pintor dominicano, Cándido Bidó, cuando se hable de esta plaza.
La misión de su artista, creador al descubrir este camino fue despertar, incentivar, proyectar y educar los valores y conocimientos de alto nivel en el campo de las artes y la cultura, tanto dominicana como universal, como proyecto su pensamiento, el maestro Bidó.
En este centro cultural que no solo se preparan jóvenes de la provincia, sino del país y más de la región, en el no ha existido nunca discriminación para ningún ser humano, ni jóvenes dispuestos a proyectar sus sueños y anhelos como artistas innatos, nos manifestaron los maestros Carmen de Rosario, y su director ejecutivo el artista Julio Valentín.
Breve historia
La construcción de la Plaza de la Cultura se inició en el año 1987 en una escuelita en la calle Sánchez. En el año de 1991 se muda al terreno de lo que fuera el Parque Colón, ubicado en el cuadrilátero de las calles Padre Billini, San Antonio, Mella y San Lorenzo de los Santos.
El maestro Cándido Bidó es oriundo de la ciudad de Bonao de donde tuvo que emigrar en la década del 40′ a Santo Domingo para realizar sus sueños y estudiar arte plásticas ya que en su pueblo natal no existía ninguna entidad formativa en ese género.
En el año 1992 es donde comienza a fluir su sueño y pensamiento pero ya se habían dado los primeros pasos en 1987, con una escuelita de poca capacidad. Es por eso que como el museo Cándido Bidó que originalmente fue concedido para alojar las obras del maestro y luego por iniciativa de el mismo se decidió que esta entidad, museística tuviera una connotación más plural acogiendo no sólo las obras de los principales artistas dominicanos, sino también a importantes maestros de renombre internacionales que en calidad de donación han aportado su obra a la colección del museo y la plaza. Por esas razones Cándido, decide convertir una escuela de artes a este centro cultural.
Estructura Física
Esta obra es de cinco edificios y solamente hay construidos tres, faltando dos incluyendo el anfiteatro y los restantes que serán para talleres y para alojar artistas invitados o cualquier artista que visite la institución.
Centro de Artes
En la Plaza de la Cultura se encuentra una escuela donde se pueden estudiar piano, teatro, pintura, ballet, guitarra, canto y otras ramas de las bellas artes.
Los sábados son dedicados a los niños a quienes se les imparten las clases en el taller infantil, y a los limpiabotas se le sirve gratis docencia y merienda que fue creatividad del mismo Cándido para incentivar a la niñez de escasos recursos ya que el fue también limpiabotas.
La matrícula de estudiantes de la Plaza de la Cultura, siempre está por encima de la estipulada, debido a la gran cantidad de solicitudes, pero, los recursos no abarcan la totalidad, pero aún así el pensamiento del extinto artista nouelense permanece vivo e intacto como el primer día.
En el orden social La Plaza de la Cultura trabaja con niños discapacitados los sábados con programas especiales de pintura asignado para ellos y otros conocimientos del arte.
La plaza de la cultura y museo Candido Bidó es un patrimonio y legado que nos dejó a los dominicanos y los hijos de Bonao este gran ser humano, por tal razón siempre habrá un único camino y horizonte para la plaza, el estudiantado y la población de Bonao, que es la consagración y permanencia de su pensamiento y deseo de servicio a su pueblo que mantuvo hasta su último minuto de vida el más grande pintor dominicano, Cándido Bidó.