Cinco años después de que el huracán Sandy devastara Nueva York y con informes científicos recientes que apuntan a inundaciones de la misma magnitud cada 5 años debido a la subida del nivel del mar provocada por el cambio climático, la mayor urbe de Estados Unidos busca soluciones para forjar resiliencia.
Arquitectos, científicos, funcionarios locales y conservacionistas trabajan en proyectos que eviten inundaciones y cortes de suministros y de transporte como los acarreados por aquella supertormenta, que causó más de 40 muertes en la ciudad y costó decenas de miles de millones de dólares.