SANTIAGO.-La Federación Nacional de Trabajadores de la Salud hizo un llamado a la Ministra de Salud Publica, doctora Altagracia Guzmán Marcelino, a que esclarezca el brote de tuberculosis que está afectando a pacientes, médicos y enfermeras del Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez de esta ciudad.
Carlos González, secretario general de la entidad que agrupa a los trabajadores de la salud en los hospitales del Estado en esta zona, dijo que pese a la peligrosidad de la enfermedad, la funcionaria se ha quedado “con la boca callada”, y solo envía al centro de salud a funcionarios de cuarta categoría.
Precisó que todo parece indicar que lo que se quiere desde el Ministerio de Salud Publica es minimizar dicha epidemia, porque esto ocurre en un hospital del interior, ya que si fuera en un centro asistencial de la ciudad capital, si se buscaran los correctivos de lugar.
“Creemos que la doctora Altagracia Guzmán Marcelino está tratando de minimizar la epidemia que afecta a trabajadores de la salud, así como a los pacientes del hospital Cabral y Báez, porque no ha fijado su posición al respecto” precisó el dirigente de la entidad afiliada a la Confederación Autónoma Sindical Clasista.
Recientemente el doctor Nelson Rodríguez, director del Servicio de Salud, minimizó el brote de tuberculosis existente en el hospital Cabral y Báez, lo que mueve a preocupación, ya que el mismo se expande cada día más, lo que ha hecho que se minimice la presencia de pacientes a dicho hospital, por temor a contraer la enfermedad, indicó González.
El dirigente de Fenatrasal dijo que la organización apoyará cualquier protesta, incluyendo un paro de labores programado para los próximos días en el centro de salud, para demandar que las autoridades sanitarias enfrenten con energía esa situación, antes que cobre una vida.
Carlos González, secretario general de Fenatrasal, reiteró el llamado a la ministra de Salud Pública, doctora Altagracia Guzmán Marcelino, para que asuma de manera personal el problema que está afectando a todo el personal sanitario del hospital Cabral y Báez, antes que se le vaya de las manos.