SAN IGNACIO DE SABANETA, Santiago Rodríguez. -Un miembro de la Asociación para el Desarrollo de la Provincia Santiago Rodríguez, rechazó las presiones que ejercen industriales de la República Dominicana para que se modifique la Ley 28-01 que da facilidades de exoneraciones de materias primas a inversiones que se instalan en zonas fronterizas.
El doctor Manuel de Jesús Thómas, rechazó las presiones de los empresarios dominicanos para presionar al gobierno del Presidente Danilo Medina para que autorice la modificación de la ley 28-01 que incentiva el desarrollo fronterizo.
Sugirió al Presidente de la República, Danilo Medina, no dejarse sorprender en su buena fe por los empresarios que lo único que quieren es destruir esa mano de obra y perjudicar a los miles de hombres y mujeres que con su trabajo se ganan el sustento suyo y de su familia.
De producirse la modificación de la Ley 28-01, sería un suicidio para la Frontera y la Línea Noroeste, aumentar el desempleo, sepultar vivos a miles de personas, incremento en la vagancia y por ende, la delincuencia y su secuela de robos, atracos, asaltos y otros tipos de delitos penalizados por las leyes nacionales.
Cree que el Presidente Danilo Medina debe darles más apoyo a los inversionistas que se instalan en la región.
El profesional de la Medicina sostiene que en su condición de miembro y asesor de Asociaciones para el desarrollo de Santiago Rodríguez y de otras provincias fronterizas, muestra su descontento con las declaraciones emitidas por este grupo empresarios que abogan por la modificación de la pieza.
Y afirma que las mismas están viciadas y alejadas de la verdad y a la vez, demuestran el desapego de ese sector con la búsqueda del real desarrollo en la República Dominicana.
Thómas, dijo estar dispuesto a ir por ante los miembros de la Asociación de Industrias (AIRD) a hablar de la importancia de mantener invariable la Ley 28-01 que incentiva las inversiones en las provincias fronterizas y el Noroeste.
Rechaza que esa ley constituya una competencia desleal para los industriales del resto del país, sino que éstos lo único que quieren es mantener el monopolio de siempre.
Rechaza que la legislación afecte la recaudación de ingresos fiscales y la estabilidad de más de 7 mil pequeñas, medianas y grandes industrias establecidas en todo el territorio nacional, por las ventajas desproporcionadas que se les otorga a unas escasas empresas.
Según Thómas, los empresarios monopolizadores dicen que la aplicación de esta ley no solo exhibe muy pocos logros sino que ha sido discriminatoria y discrecional, sino que se trata de todo lo contrario, donde muchas industrias instaladas en la frontera exhiben logros tangibles.
Puso como ejemple a la empresa San Miguel del Caribe y otras que han tenido éxitos en sus operaciones y generación de empleos directos e indirectos a favor de cientos de hombres y mujeres.
Reclama a las organizaciones sensatas defender a diestra y siniestra la Ley 28-01, porque ve que los empresarios e industriales de la Capital lo único que quieren es destruir esas fuentes de trabajo y dejar sin empleos a miles de personas.