El pastor Pablo Ureña, presidente de la Fundación Niño con una Esperanza, se encadenó la mañana de este lunes frente al Instituto Oncológico del Cibao, en un acto de protesta pacífica para denunciar presuntas irregularidades en la administración de centro especializado para tratar cáncer.
En declaraciones a medios de comunicación, Ureña explicó que su acción responde a la preocupación por el rumbo que ha tomado la institución, la cual, según afirmó, ha dejado de cumplir con el propósito solidario con el que fue creada hace más de seis décadas.
Sostuvo que el Instituto Oncológico del Cibao pertenece al pueblo, fue levantado con los aportes de la comunidad, y hoy se está desviando hacia intereses particulares en perjuicio de los pacientes más pobres.
Pidió a las autoridades de salud y a la sociedad civil a prestar atención a la situación que atraviesan cientos de pacientes que dependen de este hospital para recibir tratamientos de quimioterapia y otros procedimientos vitales.
Con esta protesta, Pablo Ureña busca visibilizar las denuncias de encarecimiento de servicios, desplazamiento de médicos con larga trayectoria y la conversión de áreas gratuitas en espacios privados de pago dentro del Oncológico.