Las tarifas del transporte público de pasajeros han aumentado hasta 300% en solo 10 años, principalmente por eliminaciones de subsidios que otorga el Gobierno y por el incremento de los precios del petróleo.
Entre 2006 y 2008 la tarifa urbana estuvo entre los 10 y 12 pesos, y en el año 2008, cuando fueron quitados los subsidios otorgados por el Gobierno para mantenerlos estables, entonces los pasajes subieron a 15 pesos.
El tema de los subsidios data del año 2006 cuando el expresidente Leonel Fernández cedió al reclamo de los sindicatos de choferes, de que se otorgara una contribución al sector para que no fueran aumentados los pasajes.
De 2008 a 2011 el precio se mantuvo entre los 15 y 17 pesos. A partir del 2011 subieron a 20 pesos, y pese al otorgamiento nuevamente de beneficios al sector en ese año, las tarifas fueron subiendo hasta los 25 pesos, costo que permaneció hasta 2016, cuando se eliminaron los subsidios otorgados en 2011.
De 2016 a la fecha el precio se ha balanceado entre los 25 y 30 pesos en rutas urbanas, y según las actuales advertencias de los principales sindicatos del transporte público, podría ser elevado hasta los 40 pesos de mantenerse el incremento en los precios de los combustibles en el país.
Las federaciones y sindicatos transportistas usan como referencia para fijar los precios de los combustibles, en primer lugar, el costo de los hidrocarburos, luego precio por galón de gas licuado de petróleo (GLP) en el caso de los carros de concho, y precio por galón de gasoil en el caso de minibuses y autobuses.
La tarifa del transporte, de acuerdo a los sindicatos del transporte público, también depende del costo de los repuestos y el mantenimiento de las unidades utilizadas, y finalmente de la inflación o el costo de la canasta familiar.
En el año 2011, ante las amenazas de elevación de las tarifas del pasaje, el Gobierno de entonces accedió a proveer de un subsidio al sector, que consistía en entregarles unos 3,800 millones de galones de gasoil.
Ese subsidio mantuvo la tarifa del transporte en minibuses en unos 25 pesos en rutas urbanas e interurbanas por varios años, con una excepción a estudiantes y viajes cortos, que pagan de 15 a 20 pesos.
Para los transportistas de carros públicos eran destinados en promedio cada mes unos 50 millones de pesos, a través del programa Bono Gas, que mantuvo la tarifa en rutas urbanas en 20 y 25 pesos durante varios años.
En octubre de 2016, el Gobierno decidió eliminar estos subsidios, según anunció el Ministerio de Industria y Comercio.